La descalificación en las 6 horas de Silverstone es sólo el último capítulo

Fernando Alonso aumenta su leyenda… negra

La mala suerte ha acompañado a Alonso desde su debut en la Fórmula 1

Pudo ganar dos Mundiales más de no mediar este gafe

Fernando Alonso
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

La unanimidad reina entre los expertos a la hora de considerar a Fernando Alonso como uno de los pilotos más talentosos de los últimos años en la Fórmula 1, sino de la historia. El asturiano reúne todas las condiciones de un piloto campeón… a excepción de la suerte, siempre imprescindible para gobernar con mano de hierro un campeonato en el que sólo pudo proclamarse campeón en dos ocasiones. Dos Mundiales perdidos en situaciones extremas, accidentes inverosímiles y demás infortunios que se han trasladado junto al español a sus carreras fuera del Gran Circo, como se pudo comprobar en su descalificación de las 6 horas de Silverstone tras haber ganado la carrera junto a Buemi y Nakajima a los mandos del Toyota Gazoo Racing 8.

El accidente en Brasil 2003

El primer capítulo de la mala suerte que ha acompañado al asturiano surgió en Brasil, en una temporada 2003 en la que el asturiano se estrenaba en Renault. Una carrera en la que Alonso acabó en tercera posición… pero podía haber sufrido un desenlace fatal. Diez de los veinte corredores de parrilla no pudieron acabar la carrera y un neumático en pista, derivado de un accidente previo, no pudo ser evitado por Fernando, que colisionó acto seguido con dos de los muros del circuito, dejando el monoplaza hecho añicos. El HANS –protección para cabeza y cuello– salvó la vida del español en una carrera de la que aún se recuerdan las imágenes de Alonso con el pulgar levantado para tranquilizar a la afición.

La tuerca que frustró una carrera histórica

Una de las mejores carreras de Alonso en su historia en la Fórmula 1 truncada por un error garrafal de los mecánicos. Salía decimoquinto el asturiano en el Gran Premio de Hungría 2006, pero tras una exhibición bajo la lluvia, consiguió colocarse primero. Un error del piloto, seguido de un safety car provocaron que la ventaja cómoda que había logrado Fernando se diluyese, pero fue una entrada a boxes la que arruinó su carrera, debido a una tuerca mal apretada en su neumático que acabó con Alonso obligado a abandonar.

Fernando Alonso, junto a Lewis Hamilton antes del GP de Brasil 2007. (Getty)

La lucha con el niño Hamilton en Mclaren

Un año que prometía ser idílico para Alonso y que, de nuevo, acabó con final amargo. Fernando cambió Renault por McLaren en busca de seguir ganando con una escudería histórica. Vigente bicampeón del mundo, el asturiano tuvo que lidiar durante todo el año con un joven novato protegido por la escudería, Lewis Hamilton. Fruto del talento, ambos llegaron con opciones a la última carrera, pero Raikkonen dio la sorpresa y arrebató a McLaren un campeonato que tenían atado tras un año repleto de turbulencias.

Petrov le frenó para quitarle el título en 2010

La madre de los gafes, posiblemente la más recordada por la afición española. Gran Premio de Abu Dhabi, en 2010. Era la última carrera de la temporada en el circuito de Yas Marina, en el que la complicación de adelantar acabó con el tercer campeonato del Mundo de Fernando Alonso. Una mala estrategia de Ferrari sacó a Alonso de la tercera posición hasta colocarle por detrás de Vitaly Petrov, un novato que impidió el avance de Fernando durante vueltas y vueltas hasta resignarle a una séptima posición que le sacaba de la primera plaza de un Mundial que iría a parar a Sebastian Vettel, gran piloto al que la suerte ha sonreído a lo largo de la historia todo lo que ha evitado al asturiano.

Fernando Alonso persigue a Petrov en Abu Dhabi. (Getty)

Grosjean le arrolla cuando era líder en 2012

Una nueva oportunidad para que Alonso sumara su tercer Mundial que de nuevo quedó marcada por una situación estrambótica e inédita. El piloto español contaba con una ventaja de 42 puntos con respecto a Sebastian Vettel en el Gran Premio de Spa, con más de la mitad de carreras disputadas. La presencia de Fernando en el asfalto se redujo a los primeros 250 metros, tras un accidente provocado por una maniobra suicida de Grosjean, que acabó con la participación de Alonso en la carrera y mermó sus opciones en un Mundial en el que Vettel volvería vencer al asturiano por tres escasos puntos.

Grosjean y Hamilton colisionan con Alonso en Spa 2012. (Getty)

Regreso frustrado a McLaren

Harto del fracaso y los problemas de Ferrari, Alonso tomó la decisión de cambiar de rumbo en su carrera y volver a enrolarse en las filas de McLaren, esta vez sin Hamilton y con motores Honda que debían darle el despunte definitivo a la escudería para luchar con los Mercedes, pero en su primera temporada quedó claro que el nuevo camino tomado por Fernando había sido erróneo. 17º clasificado en el Mundial, con sólo 12 puntos en el campeonato y el coche más lento de la parrilla, necesitado de una mejora que no se produjo a lo largo de los años.

Estreno sin motor en Indy 500

Con un pie fuera de la Fórmula 1, Fernando comenzó su andadura en algunas de las pruebas míticas del automovilismo en la Indy 500, en un estreno magnífico para el asturiano, que llegó a liderar la carrera en momentos concretos y prometía luchar por el triunfo hasta el final. Sin embargo, a falta de sólo 21 vueltas para el final, el motor Honda de su monoplaza se rompió, obligando al abandono de un piloto que podría volver a la carrera para intentar ganarla en próximos años.

 

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