La evolución del motor de Alonso y Sainz en Canadá podría no valer para nada

El Gran Premio de Canadá es otro de esos en los que la afición española acude con un halo de esperanza extra para ver brillar tanto a Carlos Sainz como a Fernando Alonso. Será en la pista americana donde Renault ponga en liza la que será su primera gran evolución del año, que supondrá en teoría un extra de 30 CV respecto a lo visto hasta ahora. Sin embargo, si se cumplen las previsiones que se tienen, puede que ésta quede neutralizada. ¿Por qué? Porque el resto de motoristas no se han quedado parados.

Por un lado tenemos a Honda, que es el que menos preocupa tanto en McLaren como en Renault, pues nadie ve a Toro Rosso pegando un salto tal en la parrilla ni aunque los 40 CV que se anuncian desde Japón sean ciertos. Por otro, a Ferrari y Mercedes. Los italianos piensan ganar alrededor de 20 CV, mientras que los alemanes no han dado cifras, pero sí que tienen lista una nueva versión del propulsor que mejorará la obra de arte de la que ya disponen. Eso sí, que su estreno se dé en Canadá está por ver, porque al parecer todavía tienen algunas dudas sobre su fiabilidad.

“Esperamos que varios equipos monten su segunda unidad de potencia este fin de semana, incluidos los coches con motores Mercedes. Trabajamos para incorporar más rendimiento al coche tan pronto como sea posible. Será un fin de semana reñido, como ha sido cada carrera este año hasta ahora. Tenemos ganas de que llegue este reto”, ha afirmado el máximo responsable de Mercedes, Toto Wolff.

Sea como sea, lo cierto es que con evolución o sin ella Sainz y Alonso se enfrentan a uno de los circuitos más complicados del año para ellos. Las largas rectas del circuito Gilles Villeneuve demandan toda la potencia de los propulsores, y ahí Renault sigue yendo a la zaga. Los franceses necesitan más de 30 CV para ponerse a la altura de sus rivales italianos y alemanes, y eso es algo muy complicado de conseguir durante una temporada. Mejora sí, seguro, pero que nadie espere un milagro.