F1 | GRAN PREMIO DE ESPAÑA

Lewis Hamilton se hace con la pole con Fernando Alonso y Sainz en Q3

Hamilton
Lewis Hamilton, en el Gran Premio de España. (Getty)

Se cerró el cielo de Barcelona como cualquier puerta astral en Dr. Strange. No había rastro del sol que había gobernado con anterioridad en Montmeló. La lluvia se cernía como una amenaza débil: la clasificación iba a ser en seco. Todo en orden para dar comienzo a la quinta lucha encarnizada entre los Mercedes y Ferrari. Lewis Hamilton vs Sebastian Vettel. Y con Fernando Alonso buscando por primera vez la Q3.

Así las cosas, la Q1 fue un recital del McLaren de nariz imposible. Fernando Alonso colocó el MCL33 con el neumático medio a 1,2 segundos del mejor crono de la sesión. Fue un primer ataque a todos sus ateos. Está aquí. De vuelta. Carlos Sainz también entró con facilidad en la Q2… con Hulkenberg fuera. Otro golpe de moral para los que dudan de su talento.

Se quedaron en la estacada el compañero de Sainz en Renault, Ericsson, Sirotkin, Stroll, accidente incluido, y Hartley. Pero lo mejor, que diría Fernando, todavía estaba por acaecer. Porque en la segunda sesión de clasificación, Fernando Alonso luchaba contra una mochila de cuatro piedras de Q2 en su haber. Se la desquitó con una vuelta de 1:18.1, décimo, marcando el límite del abismo. Sainz, noveno, mejoró en su último intento. Los dos en Q3 en España.

Allí se precipitaron Vandoorne, Gasly, Ocon, Leclerc y Perez. Los Force India no disfrutan de tanta carga aerodinámica y eso es una excesiva ventaja para sus rivales en Montmeló. Stoffel se quedó a las puertas de una sesión VIP dónde iba a sacar su martillo de semidiós Lewis Hamilton. Prepárate para el Hammer time, Vettel. 

No hay nada como un británico en España: saben disfrutar mejor que nadie. Como si Barcelona fuese Mallorca, Lewis Hamilton se montó su fiesta particular. Lo pintó todo de morado y realizó un giro magistral: récord del circuito y pole. Valtteri Bottas volvió a rondarle como un novio a tan sólo 40 milésimas. Segundo. Más lejos, a dos décimas, se anclaron Vettel y su Ferrari, pensando ya en el final de recta para un ataque el domingo.

Pero la noticia fue la aparición de un viejo rockero en la zona dónde nunca debió dejar de tocar: Fernando Alonso y McLaren en Q3. El olfato de su nuevo vehículo aspiró al máximo el buen aire de Barcelona para agarrarse al circuito y a la zona de los mejores. Ya ha avisado: desde el octavo con una carrera loca todo puede pasar. Afinado para el concierto está. El show de Barcelona promete ser una función de distinta dimensión a las pasadas. Fernando Alonso y McLaren están de vuelta. No Honda, sí party.

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Así queda la clasificación del GP de España

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