Los jefes de Alonso en Ferrari acaban exiliados en Manor

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Alonso, en su última temporada con Ferrari.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Alonso siempre ha comentado a sus más allegados que, de no ser por algunos directivos de Ferrari, habría añadido un título o dos más de campeón del mundo a su palmarés. El piloto asturiano sufrió en más de una ocasión alguna decisión dudosa desde el muro del equipo del cavallino rapante. Sin ir más lejos, en 2010 regalaron en bandeja de plata el título a Sebastian Vettel en el GP de Abu Dhabi. Sin embargo, la parcela donde más se quejó siempre fue en el desarrollo del coche, donde el equipo jamás innovó a diferencia de rivales como Red Bull. Se llegó a decir en el paddock que Ferrari era un coche de copia y pega de sus rivales.

Ahora aquellos directivos que empujaron al fracaso a Alonso han comenzado a salir de Ferrari con dos destinos posibles: el paro o la escudería Manor. Dos de los ideólogos de su bólido en los tiempos de Ferrari han acabado en Manor, la escudería con menor presupuesto de la parrilla y que el año pasado no sumó un sólo punto. El equipo de Roberto Merhi ha fichado a Pat Fry para que saque el máximo rendimiento al motor que montarán la esta temporada, mientras que a los mandos del diseño se ha puesto el griego Nicholas Tombazis.

Alonso vio el problema antes

Ambos fueron señalados en su momento por un Alonso que consideraba que Ferrari siempre iba atrasado respecto a sus rivales para el presupuesto del que disponía. Ese análisis del asturiano, que se evidenció especialmente en sus últimas dos temporadas en el equipo, parece que ha sido escuchado por los nuevos mandatarios de Ferrari. El último jefe de Alonso en el equipo italiano, Marco Mattiacci, sigue en el paro tras ser despedido en noviembre de 2014.

Alonso vive en la actualidad momentos de máxima ilusión en la escudería McLaren-Honda, pese a los resultados cosechados en 2015. El piloto dispondrá de 240 caballos más la próxima campaña y equipos como Mercedes y Ferrari se temen que su bólido será dos segundos más rápido. Pase lo que pase, al asturiano le queda el consuelo de saber que la culpa de porqué no funcionaron las cosas en Ferrari no fue suya. Acabar en Manor marca el principio de la puerta de salida de la Fórmula 1.

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