Fórmula 1

McLaren-Honda y Fernando Alonso dan 118 vueltas sin romperse

Fernando Alonso en el tercer día de test en Barcelona (Getty)
Fernando Alonso en el tercer día de test en Barcelona (Getty)
Ignacio L. Albero

Un arma indestructible, resistente, un tanque de color negro que en este 2016 se niega a romperse tanto como en épocas recientes. Resuena por el paddock eso que cantaba Amaral de resurrección en McLaren-Honda. La unidad de potencia nipona se resiste a la muerte temporal y continúa con su rima asonante en el MP4-31. Tras una semana de vaivenes e inseguridades, de problemitas varios, parece que las cosas van encontrando un cauce ideal para soñar con un hueco en el cajón de los campeones. Tiempo al tiempo.

Encontrar la tapa adecuada para el tupper del éxito está cada vez más cerca en el box de Woking. El MP4-31 ha encontrado la sensación de velocidad sin tener que morir en el intento. El motor Honda ni se rompe ni tampoco va tan lento como parece. La segunda especificación requerida por los japoneses no se acerca a la rotura y sí a tiempos de puntos. Y eso que todavía no han exprimido todo el jugo del compacto chasis de Prodromou. O eso dicen ellos…

Fernando Alonso aprovechó su última día de pruebas para reventar de vueltas al McLaren (118), probar tandas largas y hasta intentar una vuelta rápida con los ultrablandos de Pirelli. No logró mejorar su tiempo anterior con los blandos, un 1’24″870 que le colocó a 2 segundos del mejor crono. El próximo reencuentro con su oficina de trabajo será ya en Australia, cuando comience de forma oficial esta temporada que, como las últimas dos, tiene color plateado Mercedes.

Mercedes vs Ferrari: round 2

No tienen que probar nada en estos test, así que Hamilton y Rosberg se dedican a exprimir su monoplaza esperando que no le pase nada. El Mercedes no está ni cerca de soltar humo o quedarse atrancado a la salida de la calle de boxes. Son la máxima expresión de la palabra sobrados. Tan sólo una mancha roja en su retrovisores les hace soltar alguna gota de sudor. Esa será la batalla por el título en 2016: round 2.

El 'halo' en el coche de Kimi Raikkonen (Getty)
El ‘halo’ en el coche de Kimi Raikkonen (Getty)

En el día del halo, y no el de Beyoncé, Raikkonen se llevó todos los flashes. Mejor tiempo de la jornada con el ultrablando, de los test (1:22.765) y encima probando la nueva especificación para proteger el cockpit de los pilotos a partir de 2017. Primeras reacciones: no gusta a los pilotos. El 75% de ellos, en contra de esta nueva medida. La visión desde el monoplaza dijo Kimi que era OK. Y todos sabemos lo que significa un solitario OK de contestación en WhatsApp… En tiempos le siguieron los filiales de Mercedes: el Williams de Massa y el Force India de Hulkenberg.

Toro Rosso se pegó otro atracón de vueltas, 159, en manos de Max Verstappen. El STR11 lleva un par de buenas palizas y no se le aprecia ni un moratón en su máquina de carbono. El motor Ferrari ya no les da problemas, y la sintonía empieza a ser digna de comparar con la amistad Leonardo DiCaprio-Kate Winslet. De la amistad al amor, que será lograr algún podio, hay un mínimo paso. La segunda parte de esta película habrá que verla a partir del próximo 20 de marzo. Aunque la pelea entre ‘el nuevo Ayrton Senna’ y el menos reconocido Carlos Sainz también promete kilos de palomitas.

Así las cosas, a McLaren le está pasando como a Coldplay: pasar de la introspección al color y la luz es una transfiguración flemática que, de seguir así, terminará resultando en éxito. El resurgimiento es lento pero se mueve a velocidad uniforme, sin excentricidades ni señales de humo. Aunque las resurrecciones en la F1, como ordenan los cánones, siempre son en domingo, con los puntos en juego. Y antes, como cantaba Elton John, tienen que haber sacrificios.

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