Los favoritos salvan el pavés del Tour, pero casi todos con magulladuras

Los favoritos al triunfo del Tour de Francia salvaron con nota el día del pavés, aunque casi todos ellos se llevan a casa un recuerdo en forma de rasguño. Chris Froome, Mikel Landa o Romain Bardet echaron el pie al suelo en una pequeña Paris-Roubaix que se cobró como víctima a Richie Porte, quien se cayó y se fracturó la clavícula abandonando la carrera.

John Degenkolb se llevó el primer triunfo importante en su carrera tras un grave accidente sufrido en 2016 en Calpe. El alemán se fugo a 18 kilómetros de meta junto al líder Van Avermaet y el campeón belga Lampaert para imponerse en un sprint reducido a sus acompañantes.

La salsa, sin embargo, estuvo en los 15 tramos de pavés que hicieron trizas el pelotón y que obligaron irse al suelo a muchos ilustres. Froome dio el susto a 40 kilómetros de meta, luego Bardet vivió de pinchazo en pinchazo hasta sumar cuatro durante la carrera, mientras que Landa se cayó en un tramo llano mientras bebía agua.

El vitoriano, sin embargo, salvó la papeleta gracias al trabajo de sus compañeros en los últimos kilómetros llegando a reducir el minuto de desventaja que tenía sobre el resto de favoritos. Los ataques entre los gallos fueron escasos y tímidos destacando la ausencia de intentonas por parte de Nibali, quien la lió en 2014.

Froome y su Sky, pese a las caídas, llegan en una magnífica posición para el inicio de la montaña el martes en Los Alpes. El británico está pletórico, mientras ve por el retrovisor como cada uno de sus enemigos va cediendo minutos y minutos cada día que pasa. Hoy le tocó al subcampeón del pasado Tour, Rigoberto Urán, quien perdió casi minuto y medio con los mejores. Hoy todos los favoritos tienen motivos para brindar: han salvado la etapa más temida. Ahora que las piernas hablen.