El Madrid no puede con el Fenerbahçe en el primer partido de cuartos de Euroliga

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Pablo Laso, desesperado por los bajos porcentajes del Madrid en los cuartos de Euroliga. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

La buena noticia para el Real Madrid es que hay mucho margen de mejora por delante, la mala es que el jueves no se pueden permitir un desliz si quieren llegar a la Final Four de la Euroliga en Berlín. Los blancos cayeron en el primer partido de cuartos de final de la Euroliga ante un Fenerbahçe apoyado en la experiencia de Sloukas (17 puntos) y en el talento de Bojan Bogdanovic (17).

El Madrid defendió como pocas veces, pero careció de peligro exterior en un día horrible en el lanzamiento exterior de Rudy Fernandez (2 de 10 en triples) y de Sergio Llull (0 de 8). El técnico rival Zeljko Obradovic leyó muy rápido la situación y ordenó a los suyos cerrarse como un candado en su zona logrando que el gigantón Ekpe Udoh se luciese con tapones de distinto calibre e intimidación.

El Madrid fue siempre a remolque desde el final del primer cuarto, pero supo sacar su espíritu de campeón en los últimos lances del tercer periodo recortando la distancia hasta un sólo punto. La conexión entre Felipe Reyes y Sergio Rodríguez enmudeció al Ulker Sports Arena, que se olía una tragedia por la ausencia del referente Jan Vesely.

Sin embargo, en el último cuarto, el equipo local tiró del experimentado Kostas Sloukas para volver a ampliar su renta hasta la decena de puntos. El Madrid, sin embargo, no perdió la cara y estuvo en posición de empatar el partido en el último minuto, pero no era el día de Rudy Fernández. Bogdanovic, en cambio, sí demostró que los galones en el equipo con el segundo presupuesto más grande de Europa no le vienen grandes, pese a sus 23 años.

El serbio consiguió un triple y fue un asesino frío desde la línea de personal para un Madrid que se quedó con la miel en los labios. Los de Pablo Laso han tomado contacto con el campo y ya saben que el jueves tienen una oportunidad de oro para asaltar Estambul. Para ir a la Final Four no les queda más remedio que ganar fuera y seguro que ni Llull ni Rudy volverán a tener un día tan aciago.

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