Atlético - Espanyol: Jornada 36 Liga Santander

Resacón en el Wanda

Atlético
Los jugadores del Espanyol celebran uno de sus goles frente al Atlético. (AFP)

El Atlético de Madrid cayó derrotado frente al Espanyol por 0-2 en un partido que fue un dolor de cabeza para los del Cholo Simeone. Después de celebrar la clasificación para la Europa League, los rojiblancos pagaron la fiesta con un día de resaca, uno de esos en los que no sale nada y que hubiera sido mejor ni levantarse de la cama.

El Metropolitano volvió a ser el Metropolitano. Después de haberse vestido de Vicente Calderón el pasado jueves y chulearse en el viejo continente, el feudo rojiblanco volvía a ser el de siempre para recibir a los flamantes finalistas de la Europa League. Entre ellos erigía un figura por encima de todos: Filipe Luis. El brasileño volvía al verde después de fracturarse el peroné hace un mes y medio.

Junto al brasileño había bastantes rotaciones respecto al choque frente al Arsenal. Indudablemente, la portería era para Oblak. Vrsaljko y Filipe actuaron como carrileros de sus respectivas bandas, formando en el eje de la zaga Giménez, Savic y Lucas. Por delante, Koke, Thomas y Vitolo y más adelantados estarían Kevin Gameiro y Fernando Torres.

Sin mucho en juego, estos partidos de Liga ya son más por orgullo que por otra cosa. Aún así, los secuaces del Cholo Simeone quieren asegurarse la segunda plaza y seguir haciendo del Metropolitano un fortín. El balón era para el Espanyol, pero ni unos ni otros generaban mucho peligro, tan sólo una oportunidad para cada uno antes del intermedio. 

Vitolo avisó con un disparo mordido, pero lo más que sacó de ese chut fueron unas molestias en el muslo por las que acabó pidiendo el cambio. El canterano Arona Sané entró en su lugar y mostró descaro, sin esconderse en ningún momento, pero dejando patente que aún le falta algo para competir a este nivel.

Un periquito anda suelto

Minutos más tarde sería Gerard Moreno el que estuvo a punto de abrir la lata. Oblak metió las uñas para desviar ligeramente el cuero y que el palo, su ángel de la guarda, hiciera el resto de repeler el balón. El delantero del Espanyol era el principal peligro de los suyos, aunque tampoco hacía que la defensa del Atlético se tuviera que esforzar mucho.

En la segunda mitad entraría Saúl para reemplazar a Koke. Un cambio pactado para administrar fuerzas de cara al importante partido que hay frente al Olympique de Marsella dentro de 10 días. Hablando de días, celebrándose la festividad de la madre, Vrsaljko debió confundir a Melendo con su progenitora. Un pase al hueco de Gerard Moreno provocó que el croata dejara un balón muerto que el canterano del Espanyol no desaprovechó, aunque con más ayuda de Savic que acierto suyo.

Balón al área…y agua

Se inauguraba el marcador y un tosco Atlético era incapaz de meterse en el partido. Tuvo que salvar de nuevo Jan Oblak en un mano a mano con Leo Baptistao. Si las paradas tuvieran el mismo valor que los goles para el Balón de Oro, el esloveno comandaría las listas de los próximos diez años.

Sin poder encontrar a Fernando Torres y Kevin Gameiro, al Atlético no le quedaba otra que tirar balones aéreos y tratar de empatar de esa forma. Ninguna incomodó a un Pau López que se convirtió en el portero que menos ha trabajado como visitante en el Metropolitano. Entre esos pelotazos arriba, Gabi saltó al terreno de juego en lugar de Filipe, que se marchó ovacionado.

De la impotencia rojiblanca se pasó a la efectividad periquito. Un ex del Atlético, Leo Baptistao, sentenciaría con un potente disparo al que ni el todopoderoso Oblak pudo hacer frente. Alegría en un bando visitante que puede presumir de ser el primer equipo que gana en Liga en el Wanda Metropolitano, además de vencer a los del Cholo Simeone tanto en la ida como en la vuelta.

Lo último en Deportes

Últimas noticias