Sevilla - Atletico: Jornada 25

Griezmann quiere la Liga (2-5)

Griezmann quiere la Liga (2-5)
Griezmann celebra un gol contra el Sevilla. (AFP)

El Atlético se dio un festín a costa del Sevilla en el Sánchez Pizjuán, donde demostró que promete ponérselo complicado al Barcelona en la lucha por la Liga. Los del Cholo Simeone fueron puro rock’n roll, desde Oblak hasta el Profe Ortega. Los rojiblancos firmaron uno de sus mejores conciertos al imponerse con un contundente 2-5 gracias a los goles de Diego Costa, Koke y  un hat-trick de Antoine Griezmann. Sarabia y Nolito pusieron los goles de la honra en el casillero hispalense.

El Cholo Simeone saltó al verde del Sánchez Pizjuán con lo esperado. Con Jan Oblak bajo palos, Vrsaljko, Giménez, Godín y Filipe serían los encargados de ayudarle a custodiar su portería ante las bajas de los lesionados Lucas y Savic. Gabi y Thomas como los mariscales del centro del campo, dejando las bandas para Koke y Saúl. En punta, Diego Costa y Antoine Griezmann formarían la dupla con la que meter miedo a la defensa hispalense.

Por norma general la gran intervención de rigor de Jan Oblak suele ser al final del partido y con el Atlético defendiendo una ventaja por la mínima. Pero esta vez no fue así. A los dos minutos, el esloveno desbarató con una gran parada un mano a mano con Muriel, que llega con la pólvora mojada después de errar entre semana una clara ocasión ante De Gea. Pero si alguien estaba fallando más que una escopeta de feria, ese era el conjunto rojiblanco. Incapaces de trenzar dos pases seguidos, era un espectador de lujo ante el control y dominio local.

Poco a poco la balanza del encuentro se fue igualando aunque mantuvo viva la llama. Un ritmo frenético con una intensidad alta, como mandan los cánones en un buen Sevilla – Atlético. La nota negativa la puso la lesión de Jesús Navas, un duro contratiempo para Montella, teniendo que dar entrada a Miguel Layún.

Pero para duro, Diego Costa. El killer de Lagarto es puro rock and roll. Tras un conato de tangana, donde el hispanobrasileño se llevó su habitual amarilla, el ’18’ rojiblanco robó la cartera a un Banega confiado -tras un pase comprometido de Sergio Rico- siendo el último defensa, y batió a Sergio Rico con la facilidad con la que El Rey, Elvis Presley, meneaba su cadera en cualquiera de sus espectáculos.

Gol made in Atlético

La contienda atravesó un tramo en el que sólo se escuchaba el silbato del colegiado señalando falta tras falta. Superado este bache, el Atlético ya no sufría como en el inicio del encuentro, dejando toda la presión a un Sevilla que sucumbió a ella. Y esto es algo que el cuadro rojiblanco no perdona. Diego Costa rozó el segundo, pero Sergio Rico esta vez se interpuso en su camino.

El guardameta del Sevilla no veía la que se le venía encima. Una jugada con más rechaces que una partida de pinball se la acabó llevando el Atlético por entrega y pundonor con Koke y Filipe como los currantes. Centro al corazón del área y el despeje cae en pies de otro al que le gusta el rock: Antoine Griezmann. El Principito hizo de las suyas, como hicieron Los Beatles en los 60′, y con la misma elegancia que los de Liverpool superó a dos rivales y la cruzó con su pierna mala para quitar las telarañas del arco defendido por Sergio Rico con un misil cruzado silenciando por completo al Sánchez Pizjuán.

De esta guisa se llego al intermedio. Un tiempo para que Montella aprovechase para motivar a unos futbolistas los que no les debió calar hondo el mensaje del italiano. A los cinco minutos del segundo acto, un gran pase de Koke terminó con Diego Costa tirado en el verde después de que Rico le derribase y el colegiado señalando el punto de cal. El encargado de transformarlo y poner el 0-3 fue Griezmann, que se ganó el derecho a tirar la pena máxima al vencer una competición de penaltis al de Lagarto durante un entrenamiento intersemanal.

Marcar, marcar y marcar

Y como en todo buen concierto, el público – obviamente el colchonero – reclamaba a gritos «otro, otro». Y como buen director, el Cholo Simeone se los quería dar. Entró Correa por Thomas, metiendo mas calidad arriba. Pero volvió a ser Griezmann el que recogió un error de Mercado para dársela de tacón a Koke, otro viejo rockero rojiblanco, y que sólo tuviera que empujar el cuero al fondo de la red ante la mirada perdida de todo el sevillismo.

La mítica frase de Luis Aragonés se convirtió en «marcar, marcar y marcar». Por eso el Cholo dio entrada a Vitolo y a Kevin Gameiro – con tremendas pitadas por parte del Sánchez Pizjuán – buscando que se cumpliese la ley del ex en la que un jugador cuando se enfrenta a su antiguo equipo moja. Koke y Diego Costa fueron los sacrificados, pero el Cholo piensa más allá del partido a partido y sabe que el próximo domingo tiene un choque crucial frente al Barcelona en la lucha por la Liga.

Ni Vitolo ni Gameiro tendrían la fortuna de ver portería, pero sí que lo volvería a hacer Antoine Griezmann después de rematar a placer un pase de la muerte de Saul, que previamente había superado a N’Zonzi, Layún y Mercado. Sarabia hizo el gol de la honra para los de Montella a pocos minutos para la conclusión del choque, un tiempo que fue suficiente para que Nolito maquillara el marcador con el 2-5 con el que se llegó al pitido final.

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