Tebas intentó petardear el uso del VAR en la final de la Copa Libertadores

El uso del VAR en la final de la Copa Libertadores estuvo en jaque por la negativa de la Liga a ceder esos derechos a la Federación.

Tebas
Javier Tebas, en un acto. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El VAR no lo controla plenamente la Real Federación Española de Fútbol, tal y como se ha promulgado desde muchos estamentos. «Estamos atados de manos y pies en muchas ocasiones», indican personas próximas a la gestión de Luis Rubiales acerca de la polémica situación que rodea en la actualidad el Sistema de Videoarbitraje en España.

Una prueba de ello reside en que la Liga, presidida por Javier Tebas, intentó petardear que se pudiese hacer uso del VAR en la final de la Copa Libertadores recientemente celebrada en Madrid. El sistema de videoarbitraje se constituyó en la breve era de Juan Luis Larrea como presidente de la RFEF en un acuerdo con Tebas. El vasco, que está pendiente de ser imputado en el caso Haiti, dejó esta herencia y algunas más envenenadas que lastran el futuro de la Federación

El gran punto de discrepancia entre dichos dirigentes estuvo a la hora de crear el Board donde está la sala VAR. Tebas quería que se hiciese en Barcelona, probablemente en las instalaciones de su socio televisivo Mediapro, mientras que Larrea se mantenía inamovible en su postura de crearlo en las instalaciones de la Federación Española en Madrid. Finalmente, el criterio del segundo se impuso al primero y la sala en cuestión comenzó a construirse a finales de 2017 en un protocolo firmado entre Liga y Federación que comprometía a ambos a compartir los gastos.

Pues bien, una vez implantado el sistema, construida la sala y aprobado todo por la International Football Association Board (IFAB) se comenzó con los cursos para árbitros y todo fue sobre ruedas los primeros meses hasta que llegó el primer gran caballo de batalla. La Federación quiso poner al servicio de la Conmebol el VAR y la Liga –que no tenía protagonismo ni rol alguno en el partido– se negó a cederlo.

El pollo que se montó fue importante. Rubiales no quería quedar mal –como es de perogrullo– ante la FIFA y la situación era dantesca porque el organismo preguntaba a Velasco Carballo –el jefe de los árbitros españoles y ex nexo de FIFA– por la situación hasta que Tebas se dio cuenta del ridículo que iba a cometer ante todos los organismos y reculó.

«Estaba evidentemente enrabietado porque le habían prohibido el partido de Miami y quería vengarse, pero no tenía ningún sentido su postura», admiten desde el CTA, quien durante una semana se afanó en enseñar el funcionamiento del VAR a los colegiados de la Conmebol para que el encuentro fuese un éxito.

Así las cosas, el VAR está sujeto a un convenio alcanzado entre Juan Luis Larrea –el que fuese candidato de Tebas a la presidencia de la RFEF– y el propio presidente de la Liga, que no puede modificarse a corto plazo. Los aficionados al fútbol en España tendrán que seguir aguantando los pactos alcanzados de dicho cónclave, incluido que Mediapro filtre a los árbitros del VAR las imágenes que tienen que ver.

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