Ridículo de McLaren en Francia: ni Alonso pasa de la Q1

La escudería McLaren ha hecho el ridículo en los entrenamientos del Gran Premio de Francia. El equipo británico vio cómo sus dos monoplazas quedaban eliminados en la Q1. Ni Fernando Alonso, reciente ganador de las 24 horas de Le Mans, pudo remediar una hecatombe que no acontecía desde el Gran Premio de Azerbaiyán de 2017, cuando estaban motorizados por Honda.

La excusa del motor ya no vale. Los otros cuatro coches con caballos Renault pasaron el corte sin despeinarse. El chasis del McLaren es un auténtico desastre y en un circuito de aerodinámica pura volvió a quedar claro que los ingleses no viven a la altura de las expectativas y su historia.

Fernando Alonso fue decimosexto y su compañero Vandoorne decimoctavo. El ridículo fue manifiesto para un equipo que hace ruido, pero que no consigue nada si los rivales no fallan. El McLaren del asturiano acumula dos abandonos consecutivos –en Mónaco y Canadá- y este domingo huele a fracaso desde lejos.

Los rumores sobre la salida del director deportivo Eric Boullier se van a acrecentar y con motivos tras una sesión para el olvido donde hasta los Sauber fueron más rápidos. McLaren, con el cuarto presupuesto más alto de la parrilla, no se puede permitir más ridículos de esta índole y más si anhelan mantener a Fernando Alonso en sus filas.

En Paul Ricard, el equipo inglés hizo aguas en un circuito que en teoría beneficia su planteamiento aerodinámico. En McLaren debe haber una reacción y cuanto antes porque no es admisible un rendimiento semejante. Vale que las condiciones meteorológicas de frío eran imprevisibles, pero para nada se pueden aferrar a esto para dar un monoplaza más parecido a una lata con agujeros que a un coche de carreras.