Durante el PSG vs Montpellier

Un apático Neymar firma un doblete en su regreso al Parque de los Príncipes (4-0)

Neymar
Neymar, durante un partido del PSG. (AFP)

La última vez que Neymar pisó el Parque de los Príncipes se llevó una tremenda pitada por parte de su afición después de birlarle la oportunidad de convertirse en el máximo goleador de la historia del PSG a Edinson Cavani. El carioca, que ya había hecho un hat trick decidió lanzar un penalti, en vez de dejárselo al uruguayo, durante la victoria del club parisino por 8-0 frente al Dijon, desatando el enfado de la hinchada.

El recibimiento a Neymar fue de lo más normal. Ya en el olvido había quedado el mencionado día. Y quedó más atrás aún cuando a los 11 minutos Neymar se la daba a Rabiot, que asistía a Cavani para que hiciera el primer gol de la tarde. Locura en el Parque de los Príncipes porque el delantero charrúa desbancaba a Ibrahimovic como el máximo goleador de la historia del PSG. El ex del Barcelona corrió para felicitar y abrazarse a su compañero, como lo hizo todo el equipo.

Neymar también regresaba después de su lesión muscular en su muslo derecho, que le tuvo alejado de los terrenos de juego unas dos semanas. Las alarmas saltaron cuando en el minuto 20 el delantero brasileño se dolió de la espalda, teniéndose que retirar momentáneamente del verde. Pese a sus muestras de dolor, regresó al campo, donde, sin haber transcurrido ni un minuto, recibió una falta que le dejó durante unos segundos quejándose en el suelo.

Otro penalti para Neymar

Neymar, que estaba dejando una imagen de apatía sobre el campo, no tenía la alegría ni el descaro de otras semanas. Se le notaba apagado, algo que no cambió ni cuando se le presentó la oportunidad de hacer gol. Penalti en el minuto 40 y para dentro. El carioca no mostró gran euforia tras perforar la red del Montpellier. Cavani fue el primero que llegó para celebrar con él el segundo tanto del partido, devolviéndole el abrazo que el brasileño le dio en el 1-0.

Tras el descanso, Neymar volvió de los vestuarios con otra cara. Draxler conseguía sacarle una risa al delantero brasileño justo antes de que se iniciase la segunda mitad. A los diez minutos del segundo acto dejó sus detalles diarios. Un sombrero y un pase a lo Laudrup provocaron el asombro del Parque de los Príncipes. Y como de costumbre, sólo pudieron pararle con una falta.

Sin la alegría de Neymar, y con Mbappé en la grada, al PSG le faltaba electricidad y movilidad. Aún así, la victoria estaba cayendo del lado parisino gracias a los dos primeros tantos del primer tiempo. Aún quedaría que Di María asistiese a su cita con el gol. Un centro desde la derecha de Meunier encontró al Fideo en el punto de penalti para poner el 3-0 en el luminoso. 

Neymar, que había recogido el premio al mejor jugador del mes de diciembre, vio como el colegiado decidía anularle un gol por una dudosa mano. El árbitro interpretó que controló El Centro de Pastore con el brazo, por lo que invalidó el tanto que hubiera supuesto el 4-0. El ex del Santos protestó, pero sin gestos airados, prevaleciendo más la incredulidad tras la decisión del trencilla.

Minutos después, el árbitro no tendría ningún motivo para anularle un nuevo gol a Neymar. Una contra vertiginosa de Di María terminó con un pase genial del argentino a Cavani, que ante la salida del guardameta rival prefirió dársela picadita a Neymar para que sólo tuviera que empujar el cuero al fondo de la red. 4-0 y alegría, pero no en exceso. El carioca fue directo al uruguayo para abrazarle y agradecerle la asistencia.

Ya en el descuento, Neymar pudo hacer un hat trick, pero Cavani le quitó una pelota que sólo hacía falta empujar. Incomprensiblemente, el Aguayo mandó fuera el balón justo antes del pitido final. Ya con el partido concluido, Neymar se marchó rápidamente a los vestuarios mientras sus compañeros aún permanecían sobre el verde para saludar al rival y agradecer al público su apoyo.

Lo último en Deportes

Últimas noticias