El Barça cumple y punto

El Barça certificó su pase a los octavos de final de la Champions League como primero de grupo tras empatar en el estadio de la Juventus. El equipo culé desplegó un juego gris y ramplón, pero cumplió con su objetivo –sumar un punto– y suma un trimestre sin conocer la derrota, pese a que su juego diste varias galaxias de ser el mejor.

Valverde sorprendió dejando a Leo Messi en el banquillo en una suplencia rara por la situación que se vive en torno a la renovación del argentino. Los culés, sin embargo, tiraron de su estrella para mejorar su versión en la segunda mitad, aunque Dybala pudo ganar el choque con un disparo desde la frontal en el descuento que sacó de mano milagrosa Ter Stegen.

El partido atendió a todos los tópicos preestablecidos desde el principio. La Juventus salió apretando, hambrienta por intimidar a un Barça huérfano sin Messi. Douglas Costa probó a Ter Stegen antes de que se cumpliese el minuto dos de partido a través de un disparo cándido y sin veneno cerca del área pequeña. Era un aviso de lo que estaba en juego.

Los italianos querían emular la brillante actuación de los cuartos de final de la pasada temporada, pero las cosas han cambiado para los campeones del Scudetto. No está Dani Alves, Higuain parece un tonelete, Dybala está menos clarividente que otros años y Cuadrado ha perdido su chispa.

Valverde, sin embargo, igualó las fuerzas quitando a Messi y quedándose huérfano de desborde. La Juventus lo sabía y presionó muy alto encontrándose con un Iniesta superlativo en la salida de balón. No había ocasiones claras para los culés, pero al menos la posesión empezó a pertenecer a los visitantes.

Tan rara era la cara del Barça sin Messi que la mejor ocasión de los pupilos de Valverde llegó en un lanzamiento de falta de Rakitic que se envenenó. El croata centró al área sin encontrar la cabeza de Umtiti, pero el balón botó traicionando a Buffon y estrellándose contra el poste.

El Barça apretó sin efecto

El descanso hizo cambiar la cara a un Barcelona que se adueñó de la posesión y aculó a la Juventus en las inmediaciones del área. El juego de trincheras de los italianos hizo que Valverde dejará de pensar en reservar a Messi –¿quizá de cara al partido del domingo con el Valencia?– para sacar al argentino y buscar el partido.

La irrupción de Leo tuvo un efecto inmediato. Dybala renunció a atacar y dejó a Higuain como un islote que era incapaz de retener un balón ante un sobremotivado Piqué. La Juventus necesitaba un milagro para presentarse en las inmediaciones del área azulgrana como en la primera mitad.

El Barça tuvo su gran ocasión en el minuto 68. Cuadrado se metió en un lío en su área y dejó que Digne se plantase sólo ante Buffon. Al defensa galo se le hizo de noche –mientras el veterano portero achicaba espacios– y decidió dar el pase de la muerte a Luis Suárez siendo su pase interceptado por la defensa local.

El resultado pareció satisfacer a ambos equipos. El Barça se aseguraba la primera posición del grupo, mientras que la Juventus certificaba depender de sí misma para la jornada final. El duelo fue un quiero y no puedo. Un partido que no pasará a la historia, pero que mantiene a los culés sumando tres meses sin perder. Hay que remontarse a la Supercopa para recordar una derrota de los de Valverde. Hay que pensar en mucho más tiempo atrás para recordar un partido redondo.