El Barça gana con lo justo en Lisboa (0-1)

Barça
Luis Suárez celebra el gol de la victoria del Barcelona. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barça está en racha y hasta en los días más grises demuestran que disponen de capacidad para resolver cualquier partido de su lado. Los culés desplegaron un juego mediocre en el José Alvalade y si consiguieron venirse con los tres puntos de regreso fue por el saber estar en los momentos calientes y también una pizca de fortuna. Los azulgrana ya suman ocho victorias consecutivas desde el batacazo en la Supercopa de España.

Los pupilos de Ernesto Valverde ganaron gracias a un tanto en propia meta del central Coates al inicio de la segunda mitad. El Barcelona, lejos de ir a sentenciar el duelo, se echó atrás y supo sufrir para mantener el liderato en su grupo y ver más cerca el pase a los octavos de final de la Champions. Los lisboetas disfrutaron de varias ocasiones claras, pero Ter Stegen dejó patente va sobrado ante rivales con tan poca puntería.

Los culés salieron al duelo perezosos ante un Sporting de Portugal que no quiso saber mucho de la posesión. Los lusos se agazaparon en su campo ante la lenta circulación de balón de los chicos de Ernesto Valverde y esperaron su oportunidad al contragolpe con el eléctrico Gelson Martins y Marcos Acuña como principales puñales.

El Barça quería madurar poco a poco a su rival con un juego lento y de toque, aunque muy carente de profundidad. Sólo cuando Messi tocaba el balón, los culés parecían poder dar alguna sensación de peligro y eso que la novedosa presencia de Sergi Roberto en el once hizo que el equipo catalán ganase en brega.

El Sporting se fue estirando y con varios disparos desde la frontal de Piccini y Bruno Fernández consiguió inquietar mínimamente a los azulgrana. Los visitantes respondían a través de un Luis Suárez que estaba muy incisivo, pero bien parado por Coentrao y Mathieu. Quien le ha visto y quién les ve.

El descanso pareció reactivar a un Barcelona que poco o nada había hecho. La sensación territorial, al menos, daba esperanzas al equipo catalán. En el minuto 50, una falta lateral botada por Messi dio en varios jugadores del Sporting y finalmente Coates metió el balón en propia meta en una jugada de lo más desafortunada para los portugueses.

El Barça no pensó en la sentencia y sí en el confort. Le devolvió la moneda a los portugueses cediendo la posesión y esperando que ellos se expusieran con el marcador en contra. Bruno Fernández tuvo un mano a mano con Ter Stegen a 20 minutos del final, pero el alemán aguanto en pie el envite. El Sporting tuvo alguna más, pero nada claras. El Barça durmió el partido en sus manos en un día donde la brillantez dio paso al pragmatismo.

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