MUTUA MADRID OPEN 2017

A Nadal no hay quien lo pare: arrasa a Djokovic y ya está en la final de Madrid

Nadal
Nadal celebra su triunfo ante Djokovic. (AFP)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Imparable, inabarcable e increíble. Rafael Nadal está jugando al nivel del mejor tenis de su carrera cuando ya nadie le esperaba para la causa. El coraje del capitán del tenis se medía en una prueba de fuego a Novak Djokovic, su kryptonita en los últimos tiempos, pero con una conjunción de físico extraordinario y golpes de otra época, Rafa consiguió una victoria inexplicable (6-2 y 6-4) sin tener que apelar a la épica en un encuentro en el que su rival pareció un simple jugador más en el camino.

Siete veces Djokovic. La última en la que Nadal levantó los brazos en un encuentro entre ambos, fue en la lujosa arcilla parisina, en la final de Roland Garros 2014, donde el rey de la tierra se convirtió en leyenda del tenis, donde espera levantar su décimo entorchado de campeón. Lo que nadie había hecho en un torneo hasta que el héroe de España se propuso volver a dominar en 2017. Desde entonces, la décima en Montecarlo y también en Barcelona. Ahora busca el cetro en casa, en Madrid, semanas antes de regresar al campo de batalla de Roland Garros.

Estaba Cristiano Ronaldo entre el selecto público en los palcos de la pista Manolo Santana, y Nadal decidió hacer un homenaje al delantero madridista en el primer juego. Como una fiera, como un animal competitivo, rompió el saque de Djokovic sin darle ninguna opción. Empezaba marcando territorio la fiera de Manacor, y no se iba a quedar ahí. Después de recibir el premio al sufrimiento de mantener su saque, regresó la máquina arrolladora para firmar el segundo break del partido. Nole no existía.

Nadal, lejos de lo que pueda parecer, es un jugador sencillo a la hora de mostrar sus sensaciones. Cuando está bien, las derechas paralelas, las defensas heroicas y esa mirada demoledora marcan la diferencia, pero en este inicio, Rafa estaba siendo mucho más que eso, lo estaba acaparando todo. Sabía que lo necesitaba para descolocar a su bestia negra.

Después del primer pico de la exhibición de Nadal llegó el mejor juego del partido de Novak Djokovic, que aun así ganó después de acudir a los puntos decisivos. Tras ello, un nuevo frasco de la esencia de campeón de Nadal, que cerró el set con una dejada perfecta, un golpe alejado de su repertorio estándar, pero que en su versión terrícola demoledora también sabe dominar.

¿Qué se siente cuando haces cuatro golpes ganadores en un punto y acaba en winner del contrario? Djokovic no sabía donde meterse. Había logrado ventaja después de un demoledor break inicial, pero jugar casi perfecto no valía, y la perfección vestía de morado y atendía al nombre de Rafael Nadal.

La máquina sigue arrasando

El estético tenista serbio parecía muerto, pero los galones de número uno no se explican si no es desde un talento descomunal, y Nole alcanzó la inspiración durante dos juegos para empatar el marcador. Este muerto está muy vivo. Con Nadal manteniéndose en la línea entre el notable y el sobresaliente y Djokovic en plena resurrección, el quinto juego del segundo set se antojaba clave para el devenir del encuentro. Mucho tenis y muchos nervios, puro territorio Rafa, que volvía a coger ventaja ante el delirio de los 12.000 espectadores presentes en la Caja Mágica.

El partido entraba en su tramo final con un contrapunto de velocidad de crucero y golpes espectaculares que aturdían a un espectador que quería más, pero quería ver ganar a Rafa. La garra de Djokovic alargó la historia de un encuentro visto para sentencia desde que Nadal puso un pie en la Manolo Santana y comenzó a mostrarse como la bestia imbatible de sus mejores tiempos.

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