El Barça olvida el favorcete fiscal por el ‘caso Neymar’: pagó 5,5 kilos en vez de 54,6

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Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, a la salida de la Audiencia Nacional tras comparecer por el caso Neymar. (Getty)

Gerard Piqué y Josep Maria Bartomeu no están para dar lecciones. Poco o nada pueden decir desde el actual Fútbol Club Barcelona sobre un supuesto trato de favor al Real Madrid. Cuando hablan de «valores» olvidan que el club blaugrana ha admitido que engañó a Hacienda. Una revelación que además les granjeó un trato benevolente por parte de la Fiscalía y la Abogacía del Estado en el ‘caso Neymar’. Basta con repasar los detalles del acuerdo entre las tres partes para comprobar que la entidad deportiva logró el menor de los males al pagar una multa de sólo 5,5 millones de euros cuando tendría que haber abonado 54,6 debido a dos delitos contra la Hacienda Pública. 

A tenor de lo establecido en el Código Penal (CP), dicho delito conlleva una multa del «séxtuplo de la cuantía defraudada». Por lo tanto, si Hacienda consideró finalmente que el Barcelona había defraudado 9,1 millones de euros —cantidad reconocida por el propio club— los 5,5 millones culminan un acuerdo muy favorable para los culé en relación a la proporcionalidad establecida por el CP. 

Esos 9,1 millones de euros hubieran sido suficientes para constituir un delito fiscal agravado. Hecho que se produce cuando la cantidad excede los «seiscientos mil euros» y que conlleva «penas de prisión de dos a seis años y multa del séxtuplo de la cantidad defraudada». En ese sentido, el Barcelona actuó con habilidad a la hora de conseguir los atenuantes necesarios para reducir la pena a la mínima expresión: asumir el delito y consignar 13,5 millones de euros para «reparar el daño». De esa cantidad, el dinero sobrante cubrió los intereses de demoras, las multas y las costas procesales. 

En cualquier caso, pagar sólo el 60% de la cantidad penada es una ventaja suficiente como para que Bartomeu y Piqué lo piensen dos veces antes de denunciar preferencias y supuestas ayudas a favor del máximo rival. El Barcelona contó con otra ventaja: la Fiscalía retiró las acusaciones contra Bartomeu y su predecesor Sandro Rosell. El fiscal pedía dos años y tres meses para el primero y siete para el segundo. La Audiencia de Barcelona rechazó también el intento de Joan Laporta de personarse como acusación en el proceso judicial abierto. 

Cuentas pendientes 

El ‘caso Neymar’ englobaba dos delitos. El primero se produjo en el ejercicio de 2011, cuando el Fútbol Club Barcelona pagó 10 millones de euros para que el jugador ingresara en el equipo tres años más tarde. El otro tuvo lugar ya en 2013 a causa de un nuevo pago a la misma sociedad: ‘N&N’. Esta empresa, propiedad de la familia del jugador, recibió esa cantidad como penalización en caso de que la operación no fructificase. 

Josep Maria Bartomeu aún no ha finiquitado su estrecha relación con la justicia al respecto de este asunto. El grupo DIS —propietario en su momento del 40% de los derechos federativos de Neymar— ha interpuesto una demanda en la Audiencia Nacional contra el jugador, el Barcelona, Sandro Rosell y el propio Bartomeu. En ella, piden ocho años de prisión y cinco de inhabilitación para el actual presidente del club, quien tiene motivos para estar más preocupado por sus propios asuntos que por los ajenos.

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