Histórico Javier Mérida: primer español en nadar el Canal de Beagle… ¡¡y amputado de una pierna!!

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Javier Mérida, a su llegada a tierra argentina tras cruzar a nado el Canal de Beagle.

Javier Mérida es experto en hazañas. Una condición que tendría cualquier ser humano capaz de nadar en aguas abiertas y cumplir retos como cruzar a nado el Canal de la Mancha, rodear con sus brazos la isla de Manhattan y completar la Triple Coronael título internacional más prestigioso en aguas abiertas, que por primera vez en la historia fue a parar a manos de un amputado— nadando el Canal de santa Catalina, en Los Ángeles.

Pero es que Mérida es el primer amputado que lo ha conseguido en la Historia. Así, con mayúsculas. Y este viernes 3 de marzo ha logrado un hito más: cruzar el Canal de Beagle, entre Chile y Argentina, en la Patagonia, vestido sólo con un gorro, unas gafas y un bañador… y sin pierna derecha.

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Javier Mérida, paratriatleta español, primer amputado con la Triple Corona.Javier Mérida hace historia: primer español en cruzar el Canal de Beagle… y amputado de una piernaJavier Mérida hace historia: primer español en cruzar el Canal de Beagle… y amputado de una pierna

Mérida tenía como oficio profesor de padel en el club Nueva Alcántara de Marbella, donde ha residido siempre. Hace nueve años fue atropellado por una conductora ebria, lo que le costó la extremidad inferior derecha. Y ya disfrutaba de todo tipo de deportes: bicicleta, carrera, nado… cuando, poco a poco, le fue despertando el gusanillo de coleccionar hazañas. «Es difícil vencer a quien nunca se rinde», asegura.

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El Canal de Beagle es frontera natural en la Patagonia entre Argentina y Chile.

Tras el accidente, fundó una escuela de pádel adaptado para deportistas con discapacidades físicas y psíquicas. Y en los últimos años, su figura ha ido trascendiendo a los medios, y con ello ha cosechado algunos patrocinadores. Pero al inicio de todo, la autofinanciación y el apoyo de su mujer —que siempre le acompaña en el barco de apoyo— fueron su mejor alimento en aguas abiertas.

En esta ocasión, el reto era #NadarElFinDelMundo, cruzar de Chile a Argentina en aguas a seis o siete grados en el gélido extremo sur de América. Una travesía de unos tres kilómetros que ha precisado de casi un año de preparación y de hallar las condiciones adecuadas para echarse al agua y dar brazadas a esas temperaturas y con las fuertes corrientes del canal. Una prueba de nado extremo que ha sido superada por este marbellí sin límites.

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