La semana inquieta de LeBron James

lebron-james
LeBron James, en un partido con los Cavaliers. (AFP)

Más allá de las Puertas de Tannhäuser, pasados los triplistas en llamas, más allá de las lágrimas ahogadas en la lluvia de la NBA, se eleva LeBron James. Auténtico rey de esa región interregno que trasciende las fronteras deportivas. Dotado de una ética profesional incuestionable, y siempre orientado al éxito, sus palabras tienen peso y causan todo tipo de reacciones. Sólo en Twitter tiene más seguidores (37 millones) que la población total de Canadá o Venezuela. LeBron James es hoy en día una auténtica institución.

Desde 2011 lo hemos visto aparecer consecutivamente en todas (6) las Finales de la NBA, y siempre como motor esencial del equipo con el que concurre. Un récord que, vistiendo dos camisetas diferentes (Miami 2010-14 y Cleveland 2014-16), nadie en la Historia de la NBA había logrado antes y que sólo ostentan jugadores de la legendaria plantilla de los Boston Celtics de Red Auerbach (dinastía que celebra en estos tiempos su cincuenta aniversario).

Activo único, numerosas marcas internacionales (industria alimentaria, financiera, deportiva y manufactura de lujo) confían en él y su imagen para apuntalar su oferta en los sectores sociales que mejor le valoran. Bien asesorado, y trasladando al mundo de los negocios la misma tenacidad y confianza de la que ha hecho su sello personal en su carrera baloncestística, en 2009 fundó SpringHill Entertainment. Con un target excelentemente estudiado, la productora de contenidos audiovisuales de LeBron James tiene hoy en activo en el circuito televisivo americano (CNBC, NBC, DisneyXD) una serie de corte familiar, dos realities de retorno social, una serie de héroes deportivos así como dos films de similar factura. También están haciendo sus primeras pruebas en el sector digital. No hay duda que LeBron desea influir y ha elegido su camino para ello.

En esta semana que ahora cerramos LeBron ha generado dos grandes intervenciones. La primera se produjo en el marco de la toma de posesión de Donald Trump. Posiblemente considerándolo un igual y sin dudar un instante en su derecho a ello, LeBron colgó un video en su cuenta de Instagram. La identificación del POTUS con el villano Bane de “El Caballero Oscuro” no sólo constituye una proclamación política: presenta un inteligente diseño para la comunicación de masas. Rápido al detectar la sorprendente paridad entre los mensajes de ambos personajes, el espectador es conducido a las conclusiones deseadas.

Su otra declamación de potencia fue realizada en el marco propio NBA. Tras la derrota 124-122 de Cleveland Cavaliers en casa contra los Pelicans de Nueva Orleans y con el equipo oficializando así un bache preocupante jamás alcanzado desde que LeBron volvió a la franquicia en 2014, no dudó en declarar: “Necesitamos un jod*** creador de juego. Cumpliré 33 años el invierno que viene y no puedo perder el tiempo”.

Una vez más su mensaje tiene capas. En primera lectura parece obvio que LeBron estaría poniendo en duda la calidad de su base titular, Kyrie Irving. Asistiendo (5.6 por noche) una décima por encima de su media general de carrera, y jugando su mejor temporada en anotación (24.5 puntos por noche), y situado estadísticamente entre los 25 mejores jugadores de la NBA en eficiencia por minuto y con diferencial positivo de marcador con él en pista, este dardo no debería leerse como crítica a Irving sino como una fórmula de motivación de equipo muy al estilo Kobe Bryant: retar públicamente a la gente que deseas mejorar. A quien LeBron está interpelando directamente es a las oficinas y el personal técnico.

Salvo la incorporación de un especialista, todavía frío, Kyle Korver, los Cavaliers son los mismos que en la pasada campaña mientras sus rivales en el Oeste, los Golden State Warriors, campan a sus anchas tras el refuerzo descomunal que supuso Kevin Durant y a LeBron le han entrado los nervios. Se acerca el cierre del mercado (23 de febrero) y el equipo está dando señales de saturación. Hay que fichar.

El entrenador Tyronn Lue, al que las declaraciones de LeBron señalan por pasiva, está gestionando las rotaciones de manera poco efectiva (cuarto peor banquillo en producción de la NBA) y agotando a la plantilla. Tu sistema no sirve, parece estar diciendo LeBron. Los rumores se propagan a toda velocidad y el jugador elegido sería Carmelo Anthony. Un encaje complejo y de riesgo, potencialmente sensacional para todos los implicados en caso de cuajar.

Eterna épica de la NBA, tras las declaraciones de LeBron los Cavaliers han vuelto a perder, 116-112 contra Sacramento. Con sólo dos victorias en los últimos ocho partidos, el equipo entra en aguas desconocidas. ¿Considerará la franquicia la advertencia de LeBron? No tiene tiempo que perder. Permaneceremos atentos a las señales en esta niebla que se espesa.

Lo último en Deportes

Últimas noticias