El tenis salda una deuda histórica: Argentina conquista su primera Copa Davis

Argentina cumplió su sueño. El combinado albiceleste se coronó, después de cuatro finales perdidas, campeón de la Copa Davis en Zagreb, tras la victoria de Federico Delbonis sobre Ivo Karlovic en el quinto y definitivo punto de una eliminatoria que por siempre estará en la memoria de los aficionados sudamericanos.

Con 2-1 en contra, Argentina necesitaba hacer la machada una vez más para vencer en su cuarta eliminatoria de la presente edición, todas ellas fuera de casa, pero no del calor de su público, determinante para hacer buena la remontada, que tuvo en Juan Martín del Potro al primer héroe de la tarde más negra de la historia del tenis croata.

Marin Cilic, rival de Delpo en el encuentro que podía ser el definitivo en caso de victoria local, comenzó sobrio, seguro y en definitiva, superior a su rival hasta ponerse claramente por delante en un marcador que teñía la Ensaladera, a tres cuartos, de rojo y blanco. 

En medio de un griterío icónico y para muchos, entre ellos los más puristas aficionados al tenis, desmesurados, los aficionados argentinos convirtieron el Arena Zagreb en una Bombonera improvisada donde los abrazos, vitoreos y abucheos se hicieron con el tempo de un partido que Del Potro se encargó de remontar.

Después de un 2-0 favorable para Cilic, el mal de altura hizo acto de presencia por primera vez y Del Potro, sostenido por la derecha más feroz del circuito, fue construyendo primero juegos y después sets para llegar al definitivo e imponer su calidad ante el manojo de nervios en el que se había convertido su contrincante, todo un campeón del US Open.

Las lágrimas del tandilense tras confirmarse la victoria levantaron aún más a los aficionados, que pusieron, por obligación y convicción, todas sus ilusiones en las manos de Federico Delbonis, número 41 del ranking ATP.

De Delbonis al cielo

El encuentro no tuvo historia, y no la tuvo porque Delbonis asumió la responsabilidad de cargar con todo un país a sus espaldas e hizo la de David con Ivo Karlovic, un gigante de 2’08 y 37 años que se encogió inesperadamente por el empuje rival en el día más importante de su carrera.

Con un marcador rotundo, Delbonis hacía enloquecer a la grada argentina, con Maradona como un supporter más, y con los ojos deseosos de celebrar la victoria en la pista del Arena de Zagreb, que parecía parte del Hemisferio Sur de manera oficial.

Una derecha larga de Karlovic iba a hacer realidad el sueño argentino, a saldar la deuda del tenis con el país sudamericano, y a provocar que los Delbonis, Del Potro y compañía levantaran su primera Ensaladera. La que tanto añora España. Y la que tratará de conquistar en 2017.