JUEGOS OLÍMPICOS RÍO 2016

Orlando Ortega honra al atletismo español con una plata en 110 metros vallas

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Orlando Ortega supera una valla en los Juegos de Río. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

La calma llegó por fin para España en el Estadio Olímpico de Río, y en forma de medalla. Orlando Ortega logró la plata en 110 metros vallas después de una carrera espectacular en la que remontó hasta finalizar en segunda posición detrás del jamaicano Omar Mcleod.

El atleta de origen cubano se impuso tanto en su serie como en su semifinal, corrida solo unas horas antes de la batalla por las medallas. Las sensaciones no fueron las mejores por marca, pero la solvencia y tranquilidad de Ortega, que mandó calma después de aparecer como vencedor de ambas carreras, hacían presagiar lo mejor de cara a la final.

El jamaicano Mcleod aparecía, antes de la carrera, como el principal favorito para el oro como poseedor de la mejor marca mundial del año (12.97) y mejor marca de las semifinales, quedando los franceses Martinot-Lagarde y Bascou y el americano Ash como principales rivales de Ortega por los metales.

Serían trece segundos los que decidirían si España lograba su primera medalla en atletismo. Orlando Ortega fue colocado en la calle 7, una posición poco privilegiada de cara al oro – las mejores calles son la 5 y la 6 –pero cercana a sus máximos rivales.

La salida no fue la mejor – no es el punto fuerte de Ortega – pero su perfección técnica le hizo recuperar posiciones hasta situarse en la lucha por el podio a falta de 30 metros. Fue entonces cuando llegó la pasión de Orlando, con todo un país detrás, hasta llegar a la meta en segunda posición, solo detrás del gran favorito Mcleod, que se mostró imbatible. Una marca de 13.17 secundaba al hispano-cubano, que supo competir y remontar en el momento justo.

La llegada desató la euforia de Orlando, sustituyendo esta vez la calma por las lágrimas de euforia y de deseo cumplido. Cuatro años de trabajo en los que hasta el último momento no supo si iba a poder competir con España en los Juegos. Lo consiguió, y sumido en un llanto de alegría, miró celebrando al cielo del estadio donde recogerá la primera medalla para el atletismo español desde Atenas 2004. Y será de plata.

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