Continúa el enigma por la muerte de Luis Salom

Salom
Luis Salom, en una carrera de Moto2
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El análisis técnico del accidente que le costó la vida a Luis Salom el pasado mes de junio en el Circuito de Montmeló ha sido publicado por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). Este informe descarta que la caída del piloto español estuviera relacionada con un fallo técnico en su moto, ni que Salom perdiera el control de su montura tras pasar por encima de un bache.

Según los investigadores, sí había un bache en la curva 12 en la que se desequilibró el mallorquín, pero este lo dribló y lo evitó. El informe, firmado por el director técnico de MotoGP, Danny Aldridge, confirma que fue una desgracia que no se puede relacionar con el bache de la curva ni a un fallo mecánico.

Salom perdió el control de su moto por una distracción, buscando encarar la penúltima curva antes de la recta de meta buscando la mayor velocidad o debido a la precipitación previa a la maniobra.

Con respecto a los neumáticos, el informe de la FIM asegura que estaban en perfectas condiciones en el momento del accidente. «Los neumáticos delanteros y traseros fueron inspeccionados y estaban en buenas condiciones. Los datos mostraron que la presión del neumático trasero estaba a la presión recomendada en el momento del incidente. Esto confirma que el problema con la llanta trasera es una consecuencia y no una causa del accidente».

Se pudo observar observó cierta holgura en el manillar derecho de la Kalex en la moto de Salom, algo que no se puede demostrar que existiera antes del accidente, por lo que se descarta por completo el fallo mecánico.

El informe confirma que el análisis inicial mostró que en el momento del accidente, la moto marchó alrededor de cuatro kilómetros más lenta que en su vuelta rápida, pero en el momento del frenado, el piloto apuró 7 u 8 metros mas que en su mejor giro.

Se mantienen las posibilidades de que el piloto leyera mal su posición, mirara hacia atrás o marchase fuera de la trazada habitual, lo que provocaría un incremento en la presión del freno, algo que aparece en la telemetría, pero no se ha podido confirmar nada inusual. 

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