Carmena no prevé ningún aparato de seguridad para evitar que los culés celebren el título en Cibeles

Barra libre para los aficionados culés o sevillistas que quieran profanar la Cibeles. El que quiera darse un chapuzón después de la final de Copa del Calderón podrá hacerlo con toda impunidad, ya que el Ayuntamiento de Manuela Carmena no ha previsto dispositivo de seguridad alguno en torno a la fuente donde los aficionados del Real Madrid celebran sus triunfos, según han confirmado a OKDIARIO fuentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid.

En una nueva demostración de ineficacia, incapacidad y temeraria falta de previsión, el consistorio de Carmena, en la noche de este sábado, no había tramitado a través de la Concejalía de Salud, Seguridad y Emergencias ninguna orden de servicio a la Policía Municipal para realizar labores de vigilancia y escolta a los operarios municipales que deberían vallar la Cibeles en la mañana de este domingo.

Ni el Servicio de Vallas, llamados en el argot policial los palenques, ni los propios agentes municipales tienen ninguna orden del Ayuntamiento de proteger la Cibeles ante posibles incidentes después de la final de la Copa del Rey, a pesar de que en las redes sociales ya se han detectado movimientos de aficionados del Barcelona y del Sevilla dispuestos a bañarse en la fuente donde celebra sus triunfos el Real Madrid.

Por su parte, fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid confirmaron a OKDIARIO que el vallado de la Cibeles «no es competencia nuestra, sino del Ayuntamiento», por tratarse de un monumento histórico de la capital y porque, además, los efectivos de la Policía Nacional estarán desplegados en torno al Vicente Calderón para vigilar la seguridad de la final de Copa.

Esta inacción del consistorio de Carmena y de la concejalía que dirige el polémico e imputado edil Javier Barbero puede provocar graves incidentes de orden público si una marea masiva de aficionados bien del Barcelona o bien del Sevilla intenta acceder a la fuente de la Cibeles tras el partido.

En el Ayuntamiento están convencidos de que no habrá aficionados del Barcelona ni del Sevilla, puesto que la final concluirá pasadas las 23.30 horas, hay una huelga de metro y, además, el lunes es laborable, por lo que no se espera que los aficionados se desplacen a la Cibeles a celebrar el triunfo.

La falta de iniciativa y previsión de Carmena ha causado indignación en la Policía Municipal, que se teme que este mismo domingo, a la vista de la torpeza cometida, la alcaldesa o el edil de seguridad, el imputado Barbero, desplieguen un dispositivo de urgencia que no estaba previsto en la noche de este sábado.

Incluso algunos malpensados entre los policías municipales se preguntan si no será la intención de la alcaldesa de Madrid agradar a su amiga y homóloga Ada Colau para que pueda contemplar una bandera estelada colgando de la Cibeles.

Guerra fría Policía Nacional-Policía Municipal

Bajo esta incapacidad y falta de previsión del Ayuntamiento de Madrid subyace la guerra fría entre la Policía Nacional y la Policía Municipal desde que Manuela Carmena designase a dedo a un simple inspector de policía de la UDEF, Daniel Vázquez, como Coordinador General de Seguridad y Emergencias de Madrid a las órdenes de Javier Barbero.

Desde su llegada, las reuniones de coordinación entre la Policía Nacional, siempre representada por comisarios y no por inspectores, y la Policía Municipal, representada por Daniel Vázquez Llorens, han sido tensas y no lo fluidas que deberían ser entre dos cuerpos que deberían funcionar de manera coordinada.