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El desastre del dirigible Hindenburg, así fue

El desastre del dirigible Hindenburg, así fue
El desastre del dirigible Hindenburg, así fue

Aunque hay muchos desastres y tragedias aéreas que han sucedido a lo largo de los años desde que el hombre conquistara el cielo a principios del siglo XX -y que muchos han marcado la historia por su magnitud, sin duda hay algunos más famosos como el desastre del Hindenburg.

Ello es por la ubicación en la que tuvieron lugar, la cantidad de víctimas que hubo, las consecuencias materiales y sociales, el significado político o la controversia que desencadenaron.

Mientras que algunos casos como los atentados del 11 de setiembre del 2001 o el vuelo 191 de American Airlines son muy conocidos, hay otros, como es el caso del desastre aéreo que hoy te explicaremos, que aunque tuvieron mucho revuelo en su momento ¡ahora ha quedado sorprendentemente olvidado!

¿Habías oído hablar del desastre del dirigible Hindenburg?

Este ocurrió durante la primavera de 1937 durante la segunda temporada de transporte comercial de pasajeros del Hindenburg. El 3 de mayo, el zeppelin partió de Fráncfort sin ninguna problemática -excepto por alguna fuerte ventada que retrasó su avance-, hasta que, al intentar un aterrizaje nocturno en Lakehurst tres días más tarde y no poder hacerlo por las dificultades provocadas por una tormenta eléctrica, el dirigible (que llevaba horas de retraso cuando sobrevoló Boston en la mañana del 6 de mayo) se incendió rápidamente sin motivo aparente.

No se sabe dónde comenzó el fuego -aunque varios testigos vieron llamas cerca del conducto de ventilación de las celdas 4 y 5- pero todas las celdas de gas de la 1 a la 9 empezaron a arder sin control hasta que el fuego se había expandido de tal manera que la parte trasera de la estructura implosionó, dos tanques cuyo contenido aún no está claro estallaron como resultado del impacto y mientras la nave caía, la flotabilidad se perdió en la popa de la nave, la proa se inclinó hacia arriba, y la parte trasera se rompió.

Un choque mortal sin precedentes

Por culpa del impacto contra el suelo, el zeppelin quedó destruido por completo en 32 segundos y su esqueleto permaneció largo tiempo en el suelo hasta que fue vendido como chatarra. De ahí el desastre del Hindenburg.

Pero a pesar de lo visualmente impactante que fue el desastre, de las 97 personas que había a bordo solo 35 murieron (13 de los 36 pasajeros y 22 de las 61 que formaban la tripulación) y la mayoría de ellas quemadas o aplastadas bajo la estructura; y es que fue gracias a la rotura de los depósitos de agua que cayó sobre ellos que muchos de los tripulantes y pasajeros se salvaron.

Algo interesante que también ha quedado de este accidente del que todavía no se tienen claras las causas, es que Hitler ordenó terminar con la flota de dirigibles comerciales y que por ello el veterano LZ 127 Graf Zeppelin fue desguazado. Aun así, su aeronave gemela LZ 130 Graf Zeppelin II fue usada brevemente antes de su retirada del servicio (aún no habiendo realizado nunca antes ningún servicio de transporte de pasajeros) como plataforma para la investigación secreta de los experimentales sistemas de radar ingleses.

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