Igor Legarreta dirige ‘Cuando dejes de quererme’, un thriller ambientado en el origen de ETA

Cuando dejes de quererme
Fotograma del thriller 'Cuando dejes de quererme', de Igor Legarreta.

Igor Legarreta dirige a Flor Torrente, Miki Esparbé, Eduardo Blanco y Eneko Sagardoy en la coproducción argentina-española ‘Cuando dejes de quererme’, un «thriller» con «tintes de humor» a medio camino entre Durango (País Vasco) y Buenos Aires (Argentina), narrado en tres tiempos diferentes y con ‘flashbacks’ a los inicios de ETA y la represión de la dictadura franquista.

«Hay poca vocación política más que de clarificar los hechos y de contar el pasado de la tierra de la protagonista que la vio nacer y que es muy convulsa», ha explicado el director en una entrevista con Europa Press. «Cuando surge como esta mezcla de grupos antifranquistas la vía armada era algo que no estaba muy claro entonces. Era uno más de los subgrupos».

Así, Laura (Flor Torrente) viaja a Durango con su padrastro Fredo (Eduardo Blanco) tras conocer que se han encontrado los restos de Félix, su padre biológico (Eneko Sagardoy) del que se creía que había abandonado a Laura y a su madre hace 30 años. Por su parte, Miki Esparbé encarna a Javier, agente de seguros y «el motor de la investigación» que, atraído por Laura, ayudará a descubrir quién asesinó a su padre presuntamente desaparecido.

El enfrentamiento de carácteres argentinos y vascos, la trama en tres tiempos y dos continentes han sido «los grandes retos» de la película, según el director. En este sentido, según Legarreta, Laura y su padrastro Fredo, que usa el sentido del humor «para romper cierta violencia que hay en el ambiente», llegan a un lugar «muy vasco» en medio de dos familias «políticamente enfrentadas».

«Laura es una mujer muy contenida y eso fue lo que más disfruté del personaje, tener que construir a alguien a ratos tan frío», ha relatado Flor Torrente. La actriz ha hecho referencia también las diferencias en cuanto «al idioma» y «la forma de trabajar» entre los rodajes españoles y argentinos. «Igor fue genial, tenía muy claro lo que quería hacer y me ayudó a construir tanto», ha añadido.

Por su parte, el actor Miki Esparbé ha asegurado que la película «es como una novela», y ha reconocido que, al recibir el guión, le «gustó» la mezcla de «distintos registros», «tonos» y el tiempo de la narración». A su juicio, el humor en mitad de un thriller y un asesinato «es lo más atrevido del guión», pero al mismo tiempo, relata «la vida misma» que, ante una situación de presión o momentos dramáticos, «hace que salga la gracia de algunas personas».

Según Esparbé, este humor también «le viene bien al espectador» ya que sirve para «repostar un poquito» en una película «con mucha información». «Uno de los miedos eran los ‘flashbacks’ que dan mucha información pero a veces también es falsa y esto forma parte de la parte mas ambiciosa del proyecto porque puede resultar confuso pero al final queda todo clarísimo», ha asegurado.

Versiones originales subtituladas

El actor ha apuntado además que la última edición de unos Premios Goya «muy particulares» puso de manifiesto que el cine «tiene que ser pluricultural». «Estoy a favor de las películas en versión original subtitulada porque a la gente le interesan las historias tal y como son», ha defendido.

En este sentido, ha calificado de «maravilloso» que se esté «gozando de esta salud y reconocimiento» del cine vasco, que en su opinión, «está poniendo el listón muy alto».

«Lo que tienen los Premios es que te colocan bajo el foco», ha destacado Legarreta. El director ha asegurado que, aunque películas como ‘Loreak’, ’80 días’ o el guionista y director Enrique Urbizu, «siempre han estado ahí» y son «maravillosos», ‘Handía’ ha supuesto el «espaldarazo definitivo» de que si se hace cine vasco «lo de menos es que sea en euskera».

Así, Legarreta ha celebrado que los Premios supongan «el sello de aprobación» y que películas como ‘Handía’ o ‘Verano 1993’, «hayan roto esas barreras». Aun así, ha señalado que todavía «se necesitan romper esos últimos prejuicios» sobre las películas rodadas en otro idioma diferente al castellano.

El cine, deporte de riesgo

Además, el director ha lamentado que «hacer cine» es, a su juicio, «deporte de riesgo» y ha criticado «esa sensación en la sociedad» de que la gente del cine «nada en la abundancia». «Excepto un porcentaje muy pequeño, se vive en la semiprofesionalidad», ha asegurado.

Legarreta ha señalado que «es muy complicado vivir del cine» y que hay mucha incertidumbre en torno al «qué va a ser de mí» en un año o dos. «Especialmente sangrante es el papel del guionista que hace una primera versión sin ver un duro y luego no hay productores que lo cojan, entonces o se multiplican ¿o de qué viven?», ha criticado.

En su caso, según ha explicado, a partir del estreno de ‘Cuando dejes de quererme’ el próximo 16 de febrero es «vuelta a empezar» y «encontrar un proyecto que enganche». En esta línea, Legarreta ha señalado que la implicación de la Administración es «necesaria» pues, el cine «es industria pero es cultura», y lo ha calificado como algo «fundamental, como la sanidad».

«Por eso no me entra en la cabeza que en momentos de crisis se recorte de estos aspectos, como también pasa con la investigación cuando lo que hay que hacer es impulsarlo», ha concluido el director.

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