El Museo del Prado tira de ‘fondo de armario’ y presenta tres nuevas adquisiciones

Gregorio Fosman
Lámina de Gregorio Fosman que documenta "de forma única" las celebraciones religiosas y políticas del siglo XVI. (Foto: EFE)

El Museo del Prado inicia «un nuevo modelo de exposición» con la presentación de tres nuevas obras incorporadas a sus colecciones desde 2016, entre las que destaca el óleo ‘San Juan Bautista en un paisaje’ de Maíno -única de las tres que seguirá de manera permanente en la sala en la que está instalada-.

«Queremos abrir este modelo, agrupando lo más relevante que vamos comprando dos veces al año para mostrarlo. Hasta ahora, esto se ha hecho con obras restauradas y daba la impresión de que esas adquisiciones no ocurrían», ha señalado el director adjunto del Museo del Prado, Andrés Úbeda.

De estas tres nuevas adquisiciones, la cifra total de inversión supera el medio millón de euros -con fondos aportados tanto desde el Estado como desde el propio museo-. La más cara es el óleo de Maíno, que ha sido adquirido por 375.000 euros a través de un anticuario de Madrid, previa petición de exportación.

El Prado conocía esta obra -que será expuesta de forma permanente en la sala 7A- a través de un artículo publicado en 1935, pero tenían perdida la pista hasta el año 2009, cuando tras una exposición de la pinacoteca en torno a la figura del pintor dominico se pusieron en contacto con ellos para darles a conocer la pieza.

«Es una obra primorosamente pintada, donde se pueden ver ciervos bebiendo, las aguas, los pájaros… Es el típico objeto que los más sofisticados coleccionistas tenían como pieza extraordinaria, en el momento en que los grandes de Roma están creando también paisajes», ha señalado la jefa del Departamento de Pintura Española del Renacimiento. Leticia Ruiz, recordando que el museo cuenta con otros cinco ‘maínos’.

Un auto de fe

Por su parte, la lámina de cobre de Gregorio Fosman, ‘Auto de Fe celebrada en la Plaza Mayor de Madrid’, está relacionada tanto con un libro de José de Olmo con la que se incluye la estampa -que ya formaba parte del Prado- como con la pintura homónima de Francisco Rizi pintada tres años después, en 1683, e inspirada en la estampa del libro.

Esta grabado, que recoge un momento relevante de un acto religioso «y también político» durante el reinado de Carlos II, estará expuesta alrededor de tres meses coincidiendo con una exposición municipal con motivo de los 400 años de la Plaza Mayor de Madrid. El precio pagado con fondos propios del museo asciende a 6.000 euros, a los anticuarios Palau Antiguitats.

Paret, el ‘tapado’ por Goya

La tercera adquisición expuesta es la de ‘Una celestina y los enamorados’, de Luis Paret, considerada una de las acuarelas más importantes del siglo XVIII español. Paret, un autor ‘eclipsado’ por la fama de Goya, se adelanta con esta obra de 1784 a algunos de los temas presentes en muchos de los ‘caprichos’ del pintor de Fuendetodos.

La escena representa la idea clásica de una celestina, con un «ambiente decrépito» con objetos viejos y pasados de moda y animales como un murciélago o un gallo muerto, así como flores de adormidera, según ha explicado el jefe de Conservación de Dibujos y Estampas, José Manuel Matilla. Al fondo de la escena, se ve a una joven pareja cerrando la puerta de una habitación con una cama.

Paret fue un autor obligado al exilio supuestamente por facilitar mujeres al infante Don Luis y precisamente también fue procesado por tener un ejemplar de ‘La celestina’, prohibido por la Iglesia en aquella época. El Prado, que tendrá en torno a una cincuentena de dibujos de este pintor, expondrá también en torno a tres meses esta obra por la que el Estado pagó 130.000 euros a los herederos de José Milicua.

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