Amangiri, un hotel mágico en mitad del desierto

Vistas al desierto en el lounge
Vistas al desierto en el lounge / Foto: Amangiri-scaled (2)
Paloma Herce
  • Paloma Herce
  • Periodista especializada en moda, viajes y estilo de vida. Doble graduada en Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo, Máster COPE de radio. Llevo más de 10 años escribiendo y hablando sobre desfiles, tendencias, restaurantes, viajes y hoteles. En definitiva, los pequeños placeres de la vida. También he trabajado en la sección de Internacional y en agencias de comunicación. De pequeña escribía poesía pero eso no cuenta. Mi leit motiv en la profesión y en la vida es una frase de Diana Vreeland: 'the eye has to travel'.
    • Actualizado:

En mitad del desierto de Utah se encuentra uno de los hoteles de lujo más impresionantes del mundo. Un hotel visitado por Chiara Ferragni y otras celebridades porque este hotel de estilo minimalista es un auténtico oasis de paz. Un oasis en mitad de los estados de Utah, Colorado, New Mexico y Arizona. Un lugar que a nivel paisajístico quita el habla, lleno de parques naturales. El Gran Cañón o Monument Valley se encuentran cerca. ¿Es el Hotel Amangiri uno de los alojamientos más COOL del mundo? Sí.

Perteneciente al grupo Aman, es uno de los mejores lugares del mundo para conectar con uno mismo. Este grupo de hoteles es, precisamente, especialista e los retiros. Eso sí, retiros de lujo. Así se definen: «un paisaje asombroso de cañones, mesetas, montañas, gargantas, rápidos y desiertos, con rastros de humanos. vida que se remonta a más de 10.000 años. En este gran teatro de la naturaleza, las suites modernistas de Amangiri y los pabellones de tiendas de campaña del cercano Camp Sarika ofrecen una inspiradora bienvenida a uno de los escenarios más apartados del mundo».

Exterior de Amangiri
Exterior de Amangiri / Foto: Amangiri

El proyecto

El lugar, a nivel paisajístico, te deja estupefacta. Las montañas rocosas y el desierto silencioso se convierten en las mejores vistas, de una belleza sobrecogedora. Además, es un lugar con una gran historia navaja. El hotel, minimalista, en materiales naturales, se mezcla con el paisaje. El proyecto lo desarrolló  I-10 Studio, y en él observamos como cada parte del alojamiento se fragmenta, uniéndose mediante caminos y parches. No hay grandes volúmenes, el edificio se distingue del paisaje de Canyon Point pero parece disolverse. Todos forman un skyline muy bajo, apenas imperceptible.

En el hotel encontramos grandes suites, con piscina propia, habitaciones y zonas comunes. Entre ellas, grandes porches para mecerse con la lectura o la piscina, para darse grandes baños bajo el sol del desierto. También encontramos grandes terrazas y solariums, para tomar el sol. Porque la vida en Amangiri se realiza en el exterior. Además, encontramos zonas sin cerramientos o sin techos, para dar una mayor sensación de libertad. Los edificios están realizados de hormigón y piedra, inspirándose en el paisaje. Las grandes cristaleras también son protagonistas, para poder ver el desierto desde todas las partes de Amangiri. Y de vez en cuando encontramos pequeños fuegos o chimeneas que nos recuerdan que vivimos cerca de algunos pueblos navajos. Las sombras también son protagonistas, que van apareciendo o desapareciendo, jugando con la luz.

Vistas al desierto en el lounge
Vistas al desierto en el lounge / Foto: Amangiri

La vida en Amangiri

El proyecto gastronómico de Amangiri se basa en la gastronomía de la zona. «Con menús de temporada sostenibles inspirados en la herencia culinaria de los navajos y el suroeste de Estados Unidos», explican desde Amangiri. Sopa nativa con maíz, cilantro y aceite de chili ahumado, carpaccio de búfalo con alcaparras, cebolla en escabeche con rúcula y dijon de ágave, costillas de cerdo y alce con frijoles autóctonos…

Su carta puede disfrutarse en diferentes rincones del hotel. Su comedor principal, su terraza con vistas al desierto, su pabellón del fuego… Y además de eso, se pueden disfrutar de cenas o comidas en mitad del desierto del sur de Utah o de cenas en las rocas. Ambos planes en lugares ancestrales llenos de historia.

Cena en los exteriores de Amangiri
Cena en los exteriores de Amangiri / Foto: Amangiri

En sus más de 2.000 metros cuadrados encontramos diferentes lugares donde encontrar ese bienestar que se anda buscando si se viaja a un lugar tan recóndito. Inspirados en el mundo navajo, los cuatro elementos -tierra, agua, aire y fuego- están muy presentes. En Amangiri encontramos cinco salas de tratamientos, dos terrazas con tratamientos al aire libre, un pabellón de agua con baño de vapor, sauna, piscina para nadar, piscina escalonada… Además de una amplia carta de masajes y tratamientos.

«El amplio menú de masajes, tratamientos de belleza y terapias reparadoras del Amangiri está inspirado en las tradiciones de bienestar integral de los navajos. El concepto de hózhó captura la noción de estar en sintonía con uno mismo y en armonía con el mundo», explican desde Amangiri. ¿Y qué otros planes podemos realizar? Realizar excursiones por la Meseta del Colorado o hacer yoga en las rocas.

La novedad: Camp Sarika

Como novedad, a cinco minutos de Amangiri encontramos Camp Sakira. 10 pabellones con piscina privada con salón compartido en un enclave aun más recóndito, que invita a la meditación y a la paz interior. Unas tiendas que se encuentran «en medio de un paisaje sobrenatural de 600 acres de altísimas mesetas, cañones y arenas color óxido», según reza el hotel.

Camp Sarika en Amangiri
Camp Sarika en Amangiri / Foto: Amangiri

La conexión con la naturaleza es más que evidente. El paisaje ayuda pero también las sesiones de yoga y meditación que se pueden realizar en este paisaje, podría decirse que único en el mundo. Un lugar perfecto para ir solo, en pareja o en familia y disfrutar del lujo que supone estar en plena naturaleza. Porque el lujo no es solo disfrutar de este hotel.