El precio de la inmigración ilegal: 7.000 euros por viajar de Argelia a Francia pasando por Alicante

Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Europol, que se ha saldado con 24 detenidos, ha permitido desenmascarar el escandaloso precio que los inmigrantes ilegales se ven obligados a pagar a mafias y bandas organizadas para cubrir de forma precaria el trayecto que separa Argelia de España y, desde nuestro país, a Francia, destino final de muchos de ellos. Hasta 7.000 euros les exigían a esos inmigrantes por la totalidad del trayecto. Lo más caro, hasta 5.000 euros, era viajar de Argelia a España. En concreto, a Almería. De allí a Alicante, entre 200 y 600 euros, cuando se trata de un viaje que en autobús apenas vale 15 euros. Y entre otros 700 y 1.000 euros para viajar de Alicante a Francia. Es el precio de la inmigración ilegal. Precisamente, los ahora detenidos formaban parte de un entramado polidelictivo especializado en el tráfico de inmigrantes ilegales entre España y Argelia.

Un total de 39.835 inmigrantes llegaron a España por vía marítima entre el 1 de enero y el 28 de diciembre del pasado año 2021, según los datos del Ministerio del Interior. La cifra es ligeramente superior a la de 2020. Ese año, fueron 39.794. La inmigración ilegal se ha convertido en un negocio para las bandas organizadas. El último golpe asestado por la Policía Nacional a este entramado de inmigración irregular en colaboración, en este caso, con Europol, ha permitido conocer tanto el precio como la ruta que utilizaban. En concreto, una organización criminal que manejaba cifras millonarias para una penosa travesía en la que las pateras y embarcaciones precarias no sólo servían para trasladar inmigrantes de un lado a otro del Mediterráneo, sino también para devolver al punto de origen a huidos de la justicia, transportar drogas e incluso pequeños objetos de un elevado valor. Al entramado criminal ahora detenido se le considera responsable de traficar con más de 250 víctimas en 54 episodios migratorios acaecidos en los últimos meses. Las dos organizaciones, además, utilizaban la costa de Almería como punto de entrada y salida clandestina de España hacia Orán. Por esa ruta, huían personas con causas pendientes, prófugos y fugitivos.

En este caso, el entramado lo conformaban dos organizaciones afincadas en Alicante. Si bien, su radio de actuación alcanzaba tanto Almería, en España, como otros países europeos. Fundamentalmente, Francia. Los costes de desplazamiento eran diversos y estaban en función del punto de procedencia y del destino. Pero, según los datos desvelados por la propia Policía Nacional en esta importante operación, el viaje desde Argelia hasta Almería podía llegar a las cifras antes expuestas, para alcanzar un montante total en torno a los 7.000 euros si se llegaba hasta Francia. La red, además, montaba un cuidadoso dispositivo en los trayectos terrestres entre España y Francia para eludir los controles. Un vehículo actuaba como lanzadera. De modo, que advertía al otro, donde viajaban los inmigrantes, de la presencia de controles policiales que podían dar al traste con el traslado. 

Además, del tráfico de personas, el entramado se dedicaba también al de sustancias estupefacientes, como éxtasis o psicofármacos. También, dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles o tabletas. Y joyas, oro y relojes, actuando, sobre todo, desde las playas de Alicante. Las embarcaciones traían inmigrantes y regresaban cargadas de las mencionadas sustancias y objetos productos de procedencia ilícita. Con ello, constituían su particular corredor delictivo hispano-argelinos: traían personas y se llevaban todas esas mercancías.