Estudios científicos

La capa de ozono se recupera del efecto de los gases

La capa de ozono
Así es como la capa de ozono se recupera del efecto de los gases

Los daños que los gases de los aerosoles han provocado en la capa de ozono se están revirtiendo poco a poco, algo que hace unos años parecía imposible, pero que, tras las numerosas alertas científicas, parece que al fin está siendo solucionado.

Según las investigaciones, la capa de ozono de la Tierra estaba adelgazando desde los años 70, siendo cada vez más fina, y convirtiéndose en un grave peligro, ya que es la que nos protege de la peligrosa radiación solar.

El motivo de este alarmante adelgazamiento y de los agujeros creados era el uso de los líquidos de refrigeración y de los aerosoles, que estaban creando un verdadero peligro para la salud mundial.

Sin embargo, a tenor del nuevo informe que acaba de difundir Naciones Unidas, este peligroso efecto se está revirtiendo gracias a las medidas impuestas para que el ozono de la Tierra volviese a regenerarse según sus ciclos naturales.

Los peligros del adelgazamiento de la capa de ozono

Según los datos que se han obtenido de las últimas investigaciones, los problemas de la capa en todo el Hemisferio Norte deberían estar completamente solucionados en 2030 si seguimos a este ritmo con las medidas impuestas.

Sin embargo, el agujero de la capa que se observó en la Antártida tardará más tiempo en cerrar del todo, ya que se estima que no desaparezca por completo hasta el año 2060. Aun así, a este ritmo, se conseguirá solventar.

Son muy buenas noticias para el planeta y para la humanidad, pero también recuerdan que no nos podemos confiar, pues no debemos permitir que vuelva a suceder algo similar en un futuro próximo.

Se ha logrado detener un efecto muy pernicioso gracias a la unión de todos. Y es que, si no fuera por esta capa, los rayos ultravioletas provocados por el Sol camparían a sus anchas por todo el planeta, provocando graves problemas en la piel humana, especialmente cáncer. Y eso, por no hablar de sus efectos negativos en cultivos y otras especies.

Desde que se firmara el Protocolo de Montreal en 1987, la reducción de emisiones de CFC, o sea, clorofluorocarbonos, que liberan bromo y cloro, se han reducido drásticamente para revertir la pérdida de ozono en las capas superiores de la atmósfera.

Así que, esta capa a 10 kilómetros de altura y que tiene más de 20 kilómetros de grosor regresa a su estado natural para bienestar y protección de todas las especies del planeta.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias