¿Es la Vía Láctea una galaxia zombi?

¿Es la Vía Láctea una galaxia zombi?
¿Es la Vía Láctea una galaxia zombi?

Una galaxia zombi es un cúmulo de millones, billones de estrellas incluso, que murió hace billones de años. Ahora, un nuevo estudio realizado en la Universidad de Tohoku afirma que este podría ser el caso de la Vía Láctea. ¿Será cierto?

Sin duda, un zombi es algo que no veremos nunca en la Tierra, pues el cuerpo muerto y putrefacto de un ser humano no puede científicamente ser animado de ninguna manera. Sin embargo, parece ser que las galaxias muertas sí que podrían albergar vida, un detalle que resulta curioso.

No obstante, si bien es cierto que según el estudio publicado por la revista Nature se afirma que la Vía Láctea pudo ser una galaxia zombi hace billones de años, en realidad, sería más correcto afirmar que fue una especie de galaxia fénix, capaz de resurgir de sus propias cenizas tiempo atrás.

Es decir, que hace millones de años, la Vía Láctea murió para volver a resurgir de sus cenizas en un proceso que se puede decir que le ofreció una segunda vida, capaz incluso de que apareciese un planeta como la Tierra con la posibilidad de albergar seres humanos inteligentes entre billones de especies que aquí habitan.

La segunda vida de la galaxia zombi de la Vía Láctea

La Vía Láctea es casi tan antigua como el propio universo. Según el especialista Masafumi Noguchi, ha evolucionado a lo largo de 10.000 millones de años acumulando o perdiendo flujos de frío, es decir, recolectando y perdiendo gas circundante durante su formación.

Sin embargo, la Vía Láctea vivió un periodo latente en que la formación estelar se paró. No obstante, parece ser que las estrellas que la formaban ‘memorizaron’ en cierto modo los eventos del pasado, siendo capaces de mostrar el gas que estuvo presente a lo largo de su proceso de nacimiento.

Hace ahora 10.000 millones de años cuando la joven Vía Láctea formaba las primeras estrellas gracias a gases fríos que se precipitaban hacia la galaxia. Sin embargo, hace unos 7.000 millones de años, aparecieron ondas de choque que calentaron dicho gas, dejando de fluir e impidiendo que se formaran más astros.

Fue en esta época cuando las explosiones supernovas inyectaban hierro en el gas que circundaba la Vía Láctea, cambiando su composición. Sin embargo, a medida que volvió a enfriarse, hace ahora unos 5.000 millones de años, apareció una segunda generación de estrellas jóvenes, dentro de las cuales encontramos al Sol, dotando a una galaxia zombi de nueva vida, resurgiendo de sus cenizas con vital fuerza hasta nuestros días.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias