Las mejores frases de Otto Hahn

Las mejores frases de Otto Hahn
Las mejores frases de Otto Hahn

Hoy conocemos un poco mejor a Otto Hahn, un excelente científico alemán que, a través de sus frases, sus enseñanzas y descubrimientos, dejó un enorme legado para la humanidad.

De hecho, Hahn recibió el Premio Nobel de química gracias a sus enormes avances en el campo de la radioactividad, en el que avanzó e investigó mucho con la ayuda de otras grandes mentes como la de Lise Meitner, que no obtuvo tanto reconocimiento por ser mujer, pero igualmente merece ser nombrada.

Hahn estudió la dilucidación del resultado que se obtiene tras el bombardeo del uranio con neutrones térmicos, por lo que, con ayuda de Meitner y Frtiz Strassmann, llegaron a la idea de la fisión nuclear.

Curiosamente, pese a sus avances en la investigación de la fisión, tras la Segunda Guerra Mundial, se aupó en todo el planeta como un firme detractor del uso de armas nucleares.

Frases de Otto Hahn

  • Hoy la guerra no es la continuación de la política por otros medios. En una guerra de bombardeo no hay vencedores ni vencidos
  • Os suplico que os intereséis por esos sagrados edificios significativamente llamados laboratorios. Solicitad que sean multiplicados y completados. Son los templos del futuro, de las riquezas y del bienestar
  • Yo sabía que la Convención de la Haya prohibió el uso de veneno en la guerra. No sabía los detalles de los términos de la Convención, pero sabía de estaba prohibición
  • El ambiente en el instituto de Rutherford era de lo más estimulante. Rutherford todavía no se había vuelto mundialmente famoso como para atraer muchos alumnos
  • Como resultado de trabajar con sustancias tan tóxicas nuestras mentes se nublaron tanto que perdimos todo escrúpulo
  • Nuestros enemigos habían copiado nuestros métodos y, como se perfeccionaron rápidamente en este tipo de guerra, nos convertimos paulatinamente en receptores del ataque y fuimos dejando de ser los agresores
  • En aquellos días no se permitía a las mujeres trabajar en el Instituto Fischer. Cuando le planteé la colaboración a Emil Fischer, le otorgó un permiso a la señorita Meitner para que trabajase conmigo en la carpintería de la planta baja del instituto, en donde se llevaban a cabo las medidas de radiactividad: le solicitó, sin embargo, que no entrase a los cuartos de estudio del piso superior ya que sentaría un mal precedente
  • Durante la Primera Guerra Mundial mi coronel me presentó a un oficial superior con las palabras: «En la vida civil el teniente Hahn es profesor y descubrió el mesotorio». El oficial contestó: «Entiendo que el teniente Hahn es químico: pero ¿qué tiene que hacer con animales antediluvianos?

Aprendamos sobre las reflexiones de Otto Hahn, pues hay mucha sabiduría en cada una de sus palabras.

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