Vida superficial en Europa, la luna de Júpiter

Vida superficial en Europa, la luna de Júpiter
Vida superficial en Europa, la luna de Júpiter

Un nuevo estudio desvela que podría haber vida superficial en Europa, la luna más prometedora de Júpiter y del Sistema Solar, pero ojo, esto no quiere decir que esté sobre su superficie, sino en la zona más alta de su océano interior, lo que facilitaría que los humanos llegásemos hasta ella en caso de ser real.

Recordemos que, según las investigaciones y datos obtenidos hasta ahora, la luna helada Europa de Júpiter tendría bajo su enorme capa de hielo un océano en el que podría haberse formado la vida. Buen ejemplo de ello son las plumas de agua que ‘escupe’ desde su interior en forma de singulares géiseres.

Sin embargo, hasta ahora se consideraba que se podría haber formado vida precisamente en los lugares cercanos a estos géiseres en el interior del océano, pues su calor sería superior en la zona más profunda, por lo que llegar hasta ella sería muy complejo. Tras atravesar una capa de hielo de kilómetros de grosos, habría que llegar muy hondo, quizás a centenares de metros de profundidad en el océano para alcanzar esta supuesta vida que, obviamente, no está confirmada.

Sin embargo, un nuevo estudio afirma que esta vida podría estar a apenas centímetros de profundidad en el océano, muy cerca de la capa de hielo. Es más, en la zona de los polos existirían aminoácidos que podrían sobrevivir ahí. O sea, que pese a la enorme radiación que este satélite recibe del gigante Júpiter, podríamos tener ya la tecnología para aterrizar en su superficie y analizar estas zonas para saber si de verdad esa vida es real, tal y como se sospecha por las pruebas que tenemos.

La vida superficial en Europa, la gran esperanza para descubrir vida fuera de la Tierra

Han sido ya muchas las misiones que hemos enviado a Europa, pero ninguna ha aterrizado en su superficie. Ahora, esta probabilidad gana enteros. Es cierto que no conocemos ningún organismo capaz de residir en esta zona debido a la enorme radiación, de hecho, las pruebas habrían desaparecido por el efecto de Júpiter sobre Europa. Pero sí es posible que se encuentren restos bioquímicos mezclados en el hielo si profundizamos un poco.

Sin duda, habría que buscar una región adecuada que permitiera estudiar los restos del hielo de esta luna. En los polos, donde podrían sobrevivir organismos vivos a mayor altura, la radiación es inferior a la del resto del planeta, por lo que localizar material biológico en esta parte del satélite podría ser una posibilidad sensata. Sea como fuere, las próximas misiones se lanzarán al comienzo de la década que entra, así que habrá que esperar para confirmar estos datos.

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