Ross 128b, el exoplaneta que podría ser habitable pese a sus diferencias con la Tierra

Ross 128b, el exoplaneta que podría ser habitable pese a sus diferencias con la Tierra
Ross 128b, el exoplaneta que podría ser habitable pese a sus diferencias con la Tierra

Se descubrió hace un año, se bautizó como Ross 128b y se consideró que podría ser habitable. Además, se ubica a unos 11 años luz de la Tierra, realmente cerca. Sin embargo, sus diferencias con nuestro mundo son muy notables.

Pero, ¿por qué es interesante este exoplaneta? Muy sencillo, porque está suficientemente cerca de la Tierra para ser objeto de estudio.

Recordemos que la mayor parte de las estrellas del universo son enanas rojas. Sin embargo, estos astros ofrecen entornos muy hostiles a sus planetas de la zona habitable, ya que son muy activas y emiten gran cantidad de llamaradas.

Ahora, observando y estudiando la estrella enana roja Ross 128, se ha observado que esta sí podría ofrecer un entorno mucho más tranquilo a sus planetas, por lo que Ross 128b podría mantener su atmósfera y tener condiciones menos inhóspitas que otras como Próxima b.

De momento, las investigaciones se han centrado en la composición de la estrella. En la misma se ha encontrado abundancia de oxígeno, carbono, aluminio, potasio, titanio, hierro y calcio.

Obviamente, la composición de una estrella influye en su actividad y, por tanto, en la viabilidad de que se formen planetas a su alrededor y en la habitabilidad de los mismos.

Así pues, los investigadores han llegado a la conclusión de que Ross 128 tiene tanto hierro como nuestro Sol. ¿Qué significa esto?

Cómo es Ross 128b

Por lo descubierto hasta ahora, dada la proporción de magnesio y hierro de la estrella enana roja, es posible estimar que Ross 128b debería tener un núcleo incluso de mayor tamaño que la Tierra.

Así pues, estimando el radio de Ross 128b, se considera que tiene todas las posibilidades para ser rocoso. Además, dada su ubicación alrededor de su estrella anfitriona, su temperatura superficial estimada por la luz que refleja lo hace potencial y climáticamente habitable, pues sería parecida a la de la Tierra.

Eso sí, este mundo no se parece al nuestro. Ni posee el mismo tamaño, ni la misma composición ni idéntica masa. Además, orbita una enana roja. Aun así, es muy probable que, si tiene atmósfera, pueda conservar agua líquida en su superficie. Y, si hay agua, es muy probable que la vida pueda haber aparecido, aunque no deja de ser una incógnita que tardaremos muchos años en desentrañar.

De momento, encontramos un nuevo candidato a albergar vida. No obstante, todavía queda mucho por saber de este lugar alejado y cercano a la vez de nuestro mundo.

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