Grandes frases de Benjamin Franklin

Grandes frases de Benjamin Franklin
Grandes frases de Benjamin Franklin

Considerado como uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, Benjamin Franklin fue mucho más que un simple político. Inventor y científico, tuvo un total de 16 hermanos, por lo que, casi sin formación, acabó siendo uno de los grandes hombres de ciencia de su tiempo.

Trabajando en diversos empleos desde los 10 años, fundaría su primer periódico siendo muy joven. Muy crítico con los gobernantes de su época, al escribir su autobiografía desde los 40 años, hemos encontrado muchos datos sobre su vida.

Fue fundador de la primera universidad y el primer hospital de Pensilvania, inventó el pararrayos, las lentes bifocales, el catéter urinario flexible e incluso el cuentakilómetros. Y estos son solo algunos de sus logros más famosos.

Benjamin Franklin fue un hombre sabio, de ahí que merezca la pena conocer algunas de las más importantes frases que nos ha legado.

Frases célebres de Benjamin Franklin

  • Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que practica; la otra mitad practica lo que censura; el resto siempre dice y hace lo que debe
  • Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo
  • El que se enorgullece de sus conocimientos es como si estuviera ciego en plena luz
  • Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo
  • El mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas
  • Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla
  • Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio
  • La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos
  • ¿Amas la vida? No desperdicies el tiempo porque es la sustancia de que está hecha
  • Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas
  • Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches
  • El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón
  • Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios
  • La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días

Benjamin Franklin nos dejó en 1790, pero tras su muerte legó a los seres humanos una gran cantidad de sabiduría que debemos usar en nuestro provecho. Así pues, llega la hora de reflexionar sobre lo aquí leído.

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