Independentismo en Cataluña

Torra pulsará el botón del adelanto electoral días antes de ser inhabilitado por el Supremo

El president quiere mantener el control del calendario político convocando los catalanes a las urnas antes de su inhabilitación

Quim Torra
El presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Joan Guirado

El objetivo es que los tribunales no asuman el control de la política catalana. Bajo esa premisa trabaja el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en línea con el líder de su partido, Carles Puigdemont. Confirmada la fecha de la vista en el Tribunal Supremo, el próximo 17 de septiembre, que deberá hacer efectiva o no su inhabilitación, Torra estudia con su equipo qué estrategia seguir. Convocar elecciones in extremis, disolviendo el Parlament días después de esa cita en el Supremo y antes de conocer la decisión, es la que cobra más fuerza a día de hoy, según fuentes de su entorno.

Torra ya no valora el atrincherarse en el despacho presidencial una vez sea inhabilitado por el alto tribunal. El presidente regional asume que la decisión que tomará el Supremo irá en contra de sus intereses. Por eso, y para evitar no tener margen de maniobra, Quim Torra quiere aprovechar los plazos en los que mantenga todas las prerrogativas como jefe del Govern, entre ellas la convocatoria electoral, para fijar la fecha de los comicios.

En el Palau de la Generalitat tampoco descartan la posibilidad de disolver el Parlament antes de finalizar el verano y hacer coincidir las elecciones con la Diada y con la vista en el Supremo sobre la inhabilitación de Quim Torra. Este movimiento pretende pillar de improvisto a la mayoría de los grupos parlamentarios y situar la campaña electoral entre dos fechas que facilitan la movilización y agitación de las calles.

De nuevo Waterloo (Bélgica) es el epicentro de la toma de decisiones. El fugado Puigdemont, desde su retiro en el corazón de Europa, hace números para cosechar el mejor resultado electoral para su plataforma, que igual convierte en partido ante de los comicios. El actual consejero de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, será el candidato de la lista apadrinada por el prófugo, la más radical que se presentará a la próxima contienda electoral.

Sin candidatos

Puigneró aparte, que ya ha sido confirmado internamente aunque no se ha hecho público, y Jessica Albiach de los Comuns, que ya fue presentada como tal, prácticamente ningún partido catalán tiene candidato para las elecciones de este año.

En ERC dan por hecho que el presidenciable será el actual vicepresident, Pere Aragonès, aunque el presidente del Parlament, Roger Torrent, también opta a encabezar la candidatura. En Ciudadanos todo apunta a que será Lorena Roldán y en el PSC, Miquel Iceta, aunque algunos prefieren a Salvador Illa.

El presidente del Partido Popular de Cataluña, Alejandro Fernández, debería estrenarse en estas elecciones pero, de momento, su partido todavía no le ha confirmado. De los actuales grupos parlamentarios la CUP, con una fuerte división interna, es quien más difícil lo tiene para encumbrar a un nuevo líder de cara a los próximos meses.

En las próximas elecciones habrá sin duda nuevos actores cuyos candidatos tampoco se han hecho públicos todavía. Las nuevas formaciones que han ido emergiendo desde los pasados comicios, y que seguro se van a presentar, son Vox, el Partit Nacionalista de Catalunya de Marta Pascal, Units per Avançar o los ultra separatistas Força Catalunya, de Santiago Espot.

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