Así es tu vida como madre. Descúbrela a través de divertidas ilustraciones

Hace unos días, desde BabyAffinity te mostramos las divertidísimas ilustraciones que había llevado a cabo Line Severinsen, a través de su página web Kos og Kaos, con el claro objetivo de plasmar la realidad de las embarazadas. Numerosas situaciones “comprometidas” y “difíciles” en algunos casos son las que, mediante el humor, ha dado a conocer esa profesional y con la mayoría o con todas se han sentido identificadas las mujeres que han hecho frente a un periodo de gestación.

Pero si divertidas eran esas ilustraciones, espera a ver las que vienen a reflejar el día a día de cualquier madre con un recién nacido en casa. Si sigues leyendo las descubrirás y seguro que sacas una sonrisa.

1-Una fotografía después del parto

El uso casi indiscriminado que hacemos de las tecnologías, las cámaras en el teléfono móvil, las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram…) y aplicaciones especiales, tales como WhatsApp, han propiciado que no podamos pasar sin informar a los demás de nuestra vida. Por eso, hay que hacer fotografías de todo lo que nos pasa para compartirlas con los amigos y conocidos.

De ahí que no sea de extrañar que tanto la pareja como la propia mujer, después de dar a luz, se animen a capturar ese instante. Y es que hay que informar a todos de que se ha conseguido hacerle frente a un parto y ya se tiene al bebé en brazos.

No obstante, parece que las ya mamás no se dan cuenta de que en la instantánea que se captura no salen precisamente guapas y en las mejores condiciones: cabello despeinado, ojeras, mala cara, nada de maquillaje, piel caracterizada por “granitos” rojos por culpa del esfuerzo realizado…Y todo eso sin olvidar que, aunque no aparezca reflejado en la foto, contarán con estrías en la barriga, compresas para hacerle frente al sangrado, pelos en las piernas…Vamos, todo muy fotogénico.

2-La enfermera y la lactancia

En el caso de las madres primerizas, uno de los momentos más complicados a los que tiene que hacer frente al hospital es a la primera toma. Y es que no saben bien cómo coger al bebé, qué postura adoptar, cómo conseguir que mame correctamente…Ante eso, lo habitual es que se cuente con la ayuda de alguna enfermera.

Por regla general, esas profesionales sanitarias son atentas, simpáticas y comprensibles con las recién paridas, sin embargo, hay algunas que todo lo contrario, que optan por prestar apoyo en esos casos a regañadientes. ¿Cómo se identifica que lo hacen de mal humor? Porque cogen al pequeño con cero delicadeza y optan por ponerle directamente el pecho en su boca después de agarrar este como si de un tirador de cerveza se tratase. Una situación que, como es lógico, no sólo incomoda a las mamás sino que además les puede generar cierto dolor en los senos.

3-La teta siempre fuera

Tomas diurnas, tomas nocturnas, tomas a medida mañana, tomas por la tarde…A las tomas se reduce la vida de cualquier mujer cuando acaba de dar a luz y es que su bebé necesita comer de manera frecuente, pero lo hace con tranquilidad porque aún no domina demasiado la técnica de la succión. Por ese motivo, las mamás que dan el pecho llegan a afirmar que se pasan todo el día con la “teta fuera”. De ahí que hayan podido vivir situaciones en las que han salido a la calle y no se hayan dado cuenta que llevan la camisa demasiado abierta enseñando parte de sus senos.

Y eso sin olvidar tampoco que pierden todo pudor, pues en cualquier instante sus hijos le reclamarán alimentarse, por lo que tendrán que amamantarlos mientras están en el cine, cuando disfrutan de una cena en un restaurante o incluso en el momento en el que se encuentran haciendo unas compras.

4-Superheroína

Todas las madres llegará un momento en sus vidas en el que se sentirán superheroínas, sí, porque parecen que al parir desarrollan ciertos poderes que las hacen ser únicas, omnipotentes y omnipresentes. Y es que son capaces de hacer mil tareas a la vez y de estar pendiente en todo momento de sus pequeños. Así, no sólo cuidan de estos sino que además son capaces de acometer las tareas de la casa, salir a comprar, acudir al trabajo, darles las tomas, llevarlos al médico, estar pendientes también de sus parejas, quedar con los seres queridos…

5-¡Qué vergüenza!

Salir a la calle con los hijos, en ocasiones, trae consigo que las madres tengan que hacerle frente a situaciones realmente vergonzosas, debido a las pataletas, gritos o llantos de sus hijos. Así, por ejemplo, como se refleja en esta ilustración de Line Severinsen, puede ser que se acuda al cine con el menor y este monte una de sus habituales “escenitas” cuando se encapriche del helado de la persona que se tiene sentada al lado. Por eso, hay que pensar bien a dónde se va con el niño si no se quiere vivir una situación realmente incómoda.