El emotivo reportaje fotográfico de un bebé con tumor cerebral

Siempre se ha dicho que lo más duro a lo que pueden enfrentarse unos padres es a la muerte de un hijo, porque va en contra de lo “natural” y porque les hace sufrir del tal manera que nunca llegan a recuperarse.

En la antesala de ese dolor es en la que se encuentran ahora viviendo unos padres que saben que su bebé tiene una muy corta esperanza de vida, pues sufre un tumor cerebral que no es operable. Sin embargo, a pesar de ese trance por el que están pasando han decidido rendirle un homenaje a su pequeña, ¿cómo? Realizándole un reportaje fotográfico.

El origen de la historia

La pareja formada por Erika y Stephen Jones tenía una vida feliz junto a su hija de dos años. Sin embargo, quería completar la familia y optó por tener un nuevo bebé. En poco tiempo logró su objetivo y la alegría se instaló en el hogar al descubrir que el embarazo era ya una realidad.

Pero esa ilusión y felicidad desbordante se truncaron en la semana número 30 del periodo de gestación. En ese momento, una ecografía y otras pruebas médicas le dieron a ese hombre y a su mujer una inesperada y durísima noticia: el feto tenía un tumor cerebral que era imposible de operar por la zona concreta en la que se encontraba.

¿Qué pasó después?

El sufrimiento de este matrimonio al recibir la noticia del médico fue un durísimo, un auténtico varapalo, pero, en la medida de lo posible, se minimizó al seguir teniendo la ilusión de que el bebé naciera. Y así lo hizo. El pasado día 6 de agosto vino al mundo Abigail, una preciosa niña llena de vida, pero a la que desafortunadamente el destino le ha establecido un camino muy corto.

No obstante, sus padres han querido que el tiempo que esté a su lado la pequeña tenga todo lo necesario, fundamentalmente cariño. De ahí que, junto a su primogénita, la estén colmando a diario de multitud de besos, abrazos y palabras de amor.

El reportaje fotográfico

Conocer el día a día de esta familia y la manera tan valiente que está teniendo de afrontar la realidad de que a su hija pequeña se le va apagando poco a poco la llama de la vida hace inevitable que se nos escapen lágrimas. Unas lágrimas que tampoco se pueden evitar cuando podemos ver todo eso a través de las fotografías que dan forman a un hermoso book que los padres le han hecho a Abigail.

Homenajear la lucha que está llevando a cabo su hija siendo recién nacida, recordar los momentos que están viviendo todos juntos y mantenerla siempre en su mente y en sus corazones es lo que han pretendido los papás de la niña. Por eso, han encargado un reportaje fotográfico a una profesional, llamada Mary Huszcza, que ha hecho un trabajo realmente impecable, emotivo, de una calidad visual estupenda y, sobre todo y a pesar de las circunstancias, lleno de vida.

Las imágenes más hermosas

Quedarse con unas fotografías y no con otras es algo realmente difícil, pues todas cuentan con un valor especial. Sin embargo, hay algunas en concreto que consiguen tocarnos de modo más profundo la fibra sensible:

-En la que aparecen los padres tumbados en la cama junto a Abigail. En esa instantánea la fotógrafa ha sabido captar tanto la felicidad de la pareja por tener a su lado a la pequeña, como el dolor que experimentan por su próxima pérdida, reflejado de modo más notable en el rostro del hombre, que no puede evitar cerrar los ojos ante el sufrimiento.

-La instantánea junto a su hermana mayor. Esta sólo tiene dos años de edad y posiblemente con el paso del tiempo no recuerde el momento en el que tuvo la oportunidad de compartir instantes hermosos junto a la pequeña. Por eso, tiene tanto valor y significado esta foto, porque cuando crezca le dará la oportunidad de rememorar esos días en los que pudo abrazar y dar todo su amor a su hermana.

-La imagen donde la única protagonista es Abigail. Sin elementos médicos de ningún tipo que dejen muestra de su enfermedad es como aparece en la misma, la recién nacida. Es una instantánea llena de vida, de ternura, de admiración por todo lo que está haciendo por seguir junto a sus seres queridos y de absoluta fragilidad.

Viendo estas y el resto de fotografías que dan forma al álbum realizado por Mary Huszcza, se nos viene a la mente una máxima: ¡ carpe diem ! Tenemos que vivir el momento, no podemos recuperar el pasado ni adelantarnos el futuro, lo más valioso que poseemos es el tiempo actual, junto a quienes nos rodean y a quienes amamos por encima de todo.