Alimentación infantil

¿Qué mariscos pueden comer los niños?

En pro de que tus hijos lleven adelante una alimentación sana, completa y equilibrada, conoce todo sobre el marisco para niños y a partir de qué edad lo pueden tomar.

marisco niños
A partir de qué edad podemos darle marisco a los niños
Blanca Espada

Mariscos y crustáceos. Gustan mucho y seguramente ahora que llega el verano nos apetecerá comerlo en algún restaurante o comprarlo para una comida familiar pero este tipo de alimento ¿pueden comerlos los bebés? ¿Qué marisco pueden comer los niños?.

¿Qué mariscos pueden comer los niños?

A partir de los 7-8 meses, según el caso, ya puedes despertar las papilas gustativas de tu hijo a los sabores del marisco (distintos al del pescado) aunque debe tenerse mucho cuidado de que esté bien cocinado y también elegir bien el marisco en función de la edad del niño.

En este sentido, las recetas a base de gambas, cigalas, bogavante, cangrejo o vieiras ya se pueden elaborar a partir de los mencionados 7-8 meses. En el caso de los mejillones, según algunos expertos, es mejor esperar hasta que el bebé tenga 12 meses al igual que las ostras cocidas.

Ya sean mariscos o crustáceos, deben tomarse muy firmes, frescos, con un fresco aroma a mar. Estos alimentos son ricos en proteínas, yodo, zinc y también contienen vitamina C y fósforo, que son importantes para el desarrollo de su hijo.

Precauciones con el marisco 

Sin embargo, es importante también tener en cuenta algunas precauciones con respecto al marisco y a los niños. Os las enumeramos a continuación:

  • Los mariscos y crustáceos aparecen en la lista de alérgenos principales. Por tanto, es importante introducirlos con cuidado, como todos los alérgenos alimentarios, al diversificar la comida del bebé.
  • No se recomienda el consumo excesivo de pescado, crustáceos, mariscos,  y sobre todo, no tomar pescado crudo a mujeres embarazadas y bebés así como niños pequeños debido a los riesgos microbiológicos (listeriosis en particular) o a la presencia de productos químicos como metilmercurio y PCB, siendo el cerebro del bebé particularmente vulnerable a la acción tóxica de estos contaminantes.

¿Y el marisco crudo?

Para integrar mariscos crudos, tendrás que esperar hasta que tu hijo tenga al menos tres años. De hecho, es preferible consumir estos productos cocidos, para limitar los riesgos debidos al desarrollo de bacterias.

Por otro lado es posible que los niños prueben el marisco y no les guste, mientras que a otros les encantará el sabor fresco y salado que suele deleitar. No fuerces al niño a comerlo si no le gusta. Ya hemos dicho que el marisco proporcionará  nutrientes esenciales para el desarrollo de su hijo. De hecho, son ricos en proteínas, pero también en omega 3, que son importantes para el desarrollo del cerebro, pero también tienen una textura y sabor que para un niño pequeño puede que no sea fácil de masticar. Por ello es mejor tener paciencia y elaborarlo siempre en recetas que le van a gustar como por ejemplo, en una simple paella.

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