Semáforo de los alimentos para los niños. Técnica a usar con tus hijos. Conócela

La alimentación es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que más debe preocupar a los padres con respecto a sus hijos. Y es que de esa dependerá de forma contundente la salud de los más pequeños de la casa. Por eso, para que puedan controlarla adecuadamente y que, al mismo tiempo, sus hijos sepan también qué comer nada mejor que recurrir al llamado semáforo de los alimentos.

¿No sabes qué es? Sigue leyendo y lo descubrirás. Se puede convertir en una técnica muy importante que podrás usar.

El semáforo de los alimentos

Mejorar la calidad de la dieta que siguen los niños es lo que se persigue con este método, que está destinado a menores a partir de los 5 años. Con el mismo se pretende facilitar a los padres el que les establezcan una dieta sana, completa y equilibrada a sus hijos. Pero no solo eso, también pasa a ser una manera de que los propios menores tengan muy claro qué pueden comer y qué no así como la frecuencia de ciertos productos. Todo de una manera gráfica y sencilla, que les será muy fácil de recordar.

Se trata de una propuesta que hay que conocer que originariamente fue desarrollada por Leonard H. Epstein y que se considera que ha ayudado a evitar y corregir muchos problemas de obesidad en niños.

Como su propio nombre indica, este semáforo lo que hace es agrupar los alimentos en las categorías que corresponden a cada uno de los tres colores que se encuentran en aquel elemento que controla el tráfico. Así, los que se establecen en el apartado “Rojo”, son los que tienen más calorías, mientras que los del apartado “Verde”, son los que menos calorías aportan al organismo.

El rojo

Los alimentos ricos en azúcares y grasas son los que forman parte de esta categoría que ahora tienes delante. Precisamente por ese motivo hay que saber que tienen que contar con un consumo muy limitado en pro de tener el peso bajo control y de contar con una salud perfecta.

En concreto, en este grupo se encuentran desde la bollería hasta las bebidas carbonatadas pasando por los productos precocinados, los alimentos fritos, las salsas, los zumos envasados y los aperitivos salados.

Es decir, partiendo del hecho de que aportan muchas calorías al organismo, debe ser muy escaso su consumo.

El ámbar

La segunda categoría que da forma a esta herramienta llamada semáforo de los alimentos está conformada por los productos que poseen un importante valor nutricional, pero que deben ser consumidos con moderación. Es decir, son necesarios para favorecer el crecimiento y desarrollo de los más pequeños, pero no debe abusarse de su ingesta.

En concreto, nos estamos refiriendo a productos tales como los frutos secos, los postres caseros, las frutas desecadas, los embutidos, los huevos, las semillas, los cereales refinados…Eso sin olvidar tampoco la pasta, la carne roja, los quesos…

El verde

La tercera categoría de nuestro semáforo de la alimentación está ocupada por los productos que se pueden comer todo lo que se desee. Es decir, que no hay ninguna restricción respecto a su consumo porque son necesarios e imprescindibles para la buena salud de los niños. Se considera que esos tienen menos de 20 calorías por porción.

¿A qué alimentos nos estamos refiriendo? A algunos tales como las verduras, las frutas, los lácteos, las legumbres, las carnes magras, los zumos de fruta natural, el pescado, el agua…

Más consejos en pro de la salud de los más pequeños

Esta herramienta que hemos dado a conocer es fundamental para que los niños gocen de buena salud, pero no es la única. En concreto, hay otra serie de consideraciones que deben ser tenidas en cuenta:

• Es imprescindible que los menores descansen de forma adecuada. Lo recomendable es un mínimo de 8 horas al día.
• No menos relevante es que tienen que dejar de lado la vida sedentaria. Esto pasa porque hagan ejercicio y deporte. Para saber cómo y cuál, nada más útil que partir de la pirámide de la actividad física infantil que ya te dimos a conocer en un artículo anterior.
• Es fundamental que, a diario, mantengan una buena hidratación.
• Importante es también que posean unos hábitos y rutinas diarias en distintos aspectos.

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