Una mujer alquila su vientre y al dar a luz a gemelos se lleva una sorpresa. Descubre cuál

alquila su vientre
La sorpresa de la mujer que alquila su vientre

Muchas son las parejas que, por distintas circunstancias, no pueden tener hijos de forma natural. Por eso, optan por algunos recursos que tienen al alcance de su mano, entre los cuales está la gestación subrogada. Una herramienta esta que ahora se ha convertido en noticia por la singularidad de un caso que se ha producido. Nos estamos refiriendo al de una mujer que alquila su vientre y que da a luz a gemelos. Dos bebés que al verlos le dejaron con la boca abierta, perpleja.

¿Quieres saber qué sucedió? Te lo contamos todo a continuación.

¿Dónde ha sucedido?

En Estados Unidos es donde ha tenido lugar esta historia que se ha convertido en viral ahora, a pesar de que tiene su origen en el año 2015. Más, en concreto, ha tomado como escenario California.

Los protagonistas

Varias son las personas que juegan un papel esencial en este caso, que no deja indiferente a nadie:

  • Jessica Allen, es la mujer de 31 años, que decidió ejercer como vientre de alquiler para una pareja. Sin embargo, lo hizo sin imaginar que todo se iba a complicar mucho más de lo previsto.

  • Los Liu, son un matrimonio de origen chino que no podía tener hijos de forma natural y que decidió optar por la gestación subrogada. En concreto, eligieron a Jessica como la mujer que llevaría en el vientre a su bebé durante los nueve meses correspondientes.

Mujer alquila su vientre

En el año 2015, como hemos mencionado, está el origen de la historia que ahora nos ocupa. Todo arranca cuando el citado matrimonio asiático decide que, aunque no puede concebir de forma natural, quiere tener descendencia. Por ese motivo, opta por la gestación subrogada en Estados Unidos.

La pareja se pone en contacto con una agencia especializada en este tipo de embarazos y, a través de la misma, eligen que sea Jessica la mujer que les ayude a hacer realidad su sueño. En concreto esta, que decidió alquilar su vientre a pesar de tener ya dos hijos, se sometió a una fecundación in vitro con el semen del hombre de origen chino.

El tratamiento fue bien y se quedó en estado. Así comenzó la relación “contractual” entre la fémina y los Liu. Relación que, a los seis meses de gestación, tuvo un cambio. Y es que fue entonces cuando, mediante las pertinentes ecografías, se descubrió que estaba esperando dos bebés.

En un primer momento, la estadounidense pensó que eso podría ser un problema para la pareja asiática, pero no fue así. Recibieron la noticia encantados y, como queda establecido en las normas de las agencias de vientre de alquiler, aumentaron el dinero mensual que pagaban ya que eran gemelos.

Llega la sorpresa

El embarazo se desarrolló sin problemas y Jessica dio a luz el 12 de diciembre de 2016. Tuvo gemelos sanos, pero no los vio, se los dieron de forma inmediata a los Liu.

Sin embargo, la sorpresa estaba por llegar. Y es que poco después del parto, la mujer china envió a la gestante una fotografía de los bebés. Al verlos, esta no pudo quedarse más estupefacta. ¿Por qué? Porque uno de los niños tenía rasgos asiáticos, como los Liu, mientras que el otro contaba con una apariencia afroamericana. Sí, este pequeño era idéntico al marido de Jessica.

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Sorpresa inesperada

Esa situación llevó a que la estadounidense intentara encontrarle un sentido. No entendía qué había pasado pues, tal y como se establece por norma en la gestación subrogada, durante el tiempo del proceso de fertilidad no había mantenido relaciones sexuales con su pareja.

Se puso en contacto con médicos y estos lo que vieron a exponer es que se había producido una superfetación. Es decir, que cuando la mujer comenzó el tratamiento para quedarse embarazada del pequeño Liu, ya se encontraba esperando un hijo de su marido. De ahí que, al nacer, cada bebé tuviera unos rasgos diferentes.

Un hecho ese singular y nada frecuente que se produce cuando un segundo ovocito se fertiliza e implanta en un útero que ya contiene otro previo. De ahí que los fetos cuenten con edades diferentes y con fechas de nacimiento distintas, aunque en este caso vinieron al mundo al mismo tiempo.

¿Y entonces?

A raíz de ese descubrimiento, Jessica optó porque se le realizaran pruebas de ADN al bebé de rasgos afroamericanos, a Max. Estas vinieron a demostrar lo que ya imaginaba: que era hijo biológico suyo y de su marido. Por eso, desde ese hallazgo ha llevado a cabo una dura lucha judicial para que ese pequeño le fuera “devuelto”.

Los Liu se negaban a esa petición y las dos partes se han tenido que ver las caras en el juzgado. Sin embargo, al final, la sentencia ha permitido que el bebé le sea entregado a Jessica y a su esposo. Un pequeño que ahora, tras serle cambiado el nombre por Malanchi, crece feliz en California junto a sus padres y a sus hermanos.

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