Diccionario sobre la salud infantil. La A

Una de las cosas que más preocupa a los padres es que sus hijos se encuentren bien a todos los niveles. De ahí que no duden en ponerse al día de enfermedades, infecciones y medidas a tomar en ese caso. Y precisamente a todo eso les queremos ahora ayudar. Por ese motivo, vamos a iniciar ahora un diccionario sobre la salud infantil. Y lo vamos a hacer, como es lógico, dando a conocer una serie de términos relacionados con ese aspecto que tienen la particularidad de comenzar por la letra A.

¿Preparado para descubrirlos? Te los damos a conocer a continuación:

Acetona

Bajo este nombre se encuentra una sustancia que se encarga de producir el hígado y que aparece cuando la glucosa no se halla en los límites considerados normales. Es en ese momento cuando la acetona hace acto de presencia y se suele detectar, fundamentalmente, por lo que es el mal aliento. Lo que viene a dejar patente que el niño sufre acetonemia. Eso sí, la misma también va asociada a otros posibles síntomas como las ojeras, los vómitos, la inapetencia o somnolencia.

Detectar acetona es realmente sencillo ya que se realiza a través de unas tiras reactivas que se introducen en una muestra de orina. En ese caso, el doctor realizará una serie de recomendaciones tales como que el menor no pase más de tres horas sin comer, que debe tomar en pequeñas proporciones bebidas azucaradas como los zumos naturales…

Aftas

Dentro del conjunto de términos que son necesarios conocer en relación a la salud de los niños está este. Se refiere a un conjunto de lesiones, amarillas o blancas, que pueden aparecer en la boca. Pueden surgir tanto por culpa de un mordisco como de estrés, de una bajada de las defensas o de la ingesta de ciertos alimentos, entre los que se encuentran desde las fresas hasta las nueces, entre otros.

No obstante, tenemos que indicar que, en el caso de los bebés, las aftas son realmente frecuentes, cuando tienen unas décimas de fiebre.

Por regla general, desaparecen por sí solas. No obstante, siempre se le puede consultar al pediatra por si considera que es necesario algún tipo de tratamiento específico.

Albuminuria

Problemas en el riñón, trastornos en lo que es la circulación sanguínea o fiebre son dos de las situaciones que pueden llevar a la aparición del proceso conocido como albuminuria. Su nombre viene dado porque se identifica por la presencia de albumina en la orina.

Mediante tiras reactivas que se introducen en una muestra de pipí se puede conocer, por regla general, si el menor la sufre o no.

Hay que saber que cuando el pediatra determina que es necesario diagnosticar esta situación en el menor es porque sospecha o al menos quiere descartar que sea hipertenso o diabético, por ejemplo. No obstante, también se realizará su pertinente examen si hay riesgo de obesidad o de infección en lo que es el tracto urinario.

Anomalía cromosómica

Aunque no es lo habitual, no podemos pasar por alto que en numerosos embarazos se produce la detección de una anomalía cromosómica en el bebé. La pérdida o ganancia de cromosomas así como la alteración de alguno puede dar lugar a esa situación. ¿Qué consecuencias trae consigo? Desde que el embarazo se interrumpa de manera espontánea hasta que el bebé pueda venir al mundo con algún tipo de patología.

Hay dos tipos fundamentales de anomalías cromosómicas:

• Las numéricas, que tienen lugar cuando se produce la pérdida o ganancia de un cromosoma. Pueden traer consigo, por ejemplo, que el pequeño cuente con Síndrome de Down.
• Las estructurales, que se definen por ser las que, como indica su nombre, suponen cambios en la estructura de los cromosomas en sí.

Apgar

Índice de Apgar es exactamente cómo se conoce al conjunto de pruebas que se le realizan al recién nacido nada más salir al exterior. Sirven para poder determinar el estado de salud del pequeño y lo hace mediante la “medición” de un total de cinco parámetros:

• El tono muscular que presenta.
• Su capacidad respiratoria.
• El ritmo cardíaco.
• La manera de responder a los diferentes estímulos.
• El color que presenta su piel.

Cada uno de esos aspectos se valora otorgándole una puntuación de 0 a 2. Si el bebé consigue una puntuación final menor a 7 va a necesitar rápida asistencia médica. Y luego, tras recibir la misma, se le someterá a nuevo estudio para saber si ha conseguido recuperarse o su estado sigue siendo el mismo.

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