Pruebas en el primer trimestre del embarazo

primer trimestre
Durante el primer trimestre se realiza la primera ecografía.

En pro de poder llevar adelante un periodo de gestación lo más controlado posible, la mujer, desde que descubre que está esperando un hijo, tiene que someterse a controles médicos y a exámenes de diversa índole. Y esos van siendo diferentes conforme avanzan los nueve meses. De ahí que ahora lo que queramos es exponerte las pruebas en el primer trimestre más frecuentes y necesarias.

De esta manera, si estás embarazada podrás saber claramente qué tienes que hacer en pro de tu salud y de la del bebé que viene en camino. Toma nota:

Primera ecografía

Sobre la semana 12 de gestación se lleva a cabo la primera ecografía, con la que no solo se va a confirmar el embarazo sino que, además, se conocen otros datos relevantes. Nos estamos refiriendo tanto al latido del embrión, al estado de este, al tamaño que tiene… Es más, también sirve para saber si se está esperando uno o más bebés e incluso para descubrir una primera fecha aproximada de parto.

Análisis de orina

pruebas en el primer trimestre
El análisis de orina para detectar infecciones

Una de las pruebas más frecuentes que se producen durante los tres primeros meses de embarazo es el análisis de orina. Se viene a realizar, por regla general, entre las semana 11 y la 12.

Con el mismo lo que se persigue, entre otras cosas, es saber si la gestante tiene algún tipo de infección. Y es que es la manera de poder ponerle remedio a tiempo antes de que pueda traer consigo consecuencias serias y perjudiciales para madre e hijo. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a lo que es una severa infección de riñón.

Análisis de sangre

pruebas en el primer trimestre
Análisis de sangre esencial en el embarazo

Junto al examen anterior se lleva a cabo este. De ahí que, como hemos mencionado, haya que saber que se suele realizar sobre las semanas 11 y 12 de embarazo.

Con este examen, que se repetirá en varias ocasiones durante los nueve meses, lo que se pretende en un primer momento es conocer datos realmente importantes. Son datos que requieren tomar medidas urgentes o que son esenciales saber por si existe algún complicación en algún momento del embarazo.

En concreto, el análisis de sangre sirve para descubrir lo siguiente.

  • Grupo sanguíneo

    Este es importante que pase a formar parte del historial clínico de la embarazada en pro de que, en caso de que necesite una transfusión durante el parto por ejemplo, pueda hacerse con la sangre adecuada.

  • RH

    Es un dato muy valioso que hay que conocer para descubrir si madre e hijo con compatibles. Se establece que no lo serán cuando la primera tiene RH- y su pequeño RH+.

  • Hemograma

    Numerosas mujeres cuando se quedan embarazadas cuentan con anemia, que va a requerir tener que tomar suplementos de hierro. Para poder detectar si la sufren, se les realiza un exhaustivo hemograma dentro del análisis sanguíneo. Con ese se sabrán si tienen correctos o no la hemoglobina, los leucocitos, el hematocrito…

  • Serología

    Con esta prueba también se estudia la existencia o no de posibles anticuerpos. Además, se pronostica la posible existencia de ciertas enfermedades e incluso detectar ciertas enfermedades. En concreto, podemos determinar que se encarga de determinar si la gestante sufre desde VIH hasta sífilis pasando por otras patologías como la toxoplasmosis.

  • Hormona TSH

    Esta se convierte también en parte importante de la prueba sanguínea ya que es esencial conocer sus niveles. ¿Por qué? Porque así se podrá saber si la mujer presenta o no problemas de tiroides. Se establece que durante el primer trimestre del embarazo esos citados niveles tienen que encontrarse por debajo de 2,5 m UI/L.

Triple screening

De la misma manera, no podemos pasar por alto que la embarazada durante el primer trimestre tendrá que someterse a lo que se conoce como triple screening. De la misma podemos destacar las siguientes señas de identidad:

  • Se realiza en torno a las semanas 10 – 13 de la gestación. No obstante, se considera que es posible llevarla a cabo, aunque con no tanta fiabilidad, hasta la semana 20 de gestación.
  • Es una prueba no invasiva que combina lo que es una extracción de sangre con una ecografía. Con ambas se analizan desde la transparencia nucal del feto hasta la cantidad de estriol pasando por los niveles de la proteína plasmática A y el Beta-HCG Libre.
  • Con este examen lo que se intenta es descubrir qué posibilidades tiene una mujer de que su bebé presente anomalías en el tubo neural, cuente con Síndrome de Down o padezca el grave trastorno genético conocido como Trisomía 18.
  • Es importante establecer que no es una prueba obligatoria, aunque sí está recomendada por los doctores.

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