Viral: el caso de los hermanos que son pareja y esperan un hijo

El amor no entiende de sexo, de raza, de religión, de edad…Por eso, ha permitido que se produzca una relación que ahora se ha convertido en viral en nuestro país. Nos estamos refiriendo al caso de dos hermanos, Ana y Dani Parra, que no solo son pareja sino que, además, están esperando su primer hijo.

¿Quieres conocer su historia sin prejuicios? Te la contamos a continuación:

El origen de todo

Veintiocho años atrás se remonta el punto de partida de esta historia que ha saltado a los medios de comunicación. Y es que fue entonces cuando nació Ana. Una pequeña que al poco tiempo, concretamente a los cinco meses de vida, perdió a su padre. Pero no porque este falleciera sino porque decidió abandonarla a ella y a su madre para iniciar una nueva vida junto a otra mujer. Y lo hizo, tanto es así que, a los tres años de dejar su hogar tuvo un hijo con su pareja, al que dio el nombre de Daniel.

Ana descubre que no es hija única

Siendo ya mayor de edad, concretamente cuando tenía unos 20 años, la joven descubrió que no era hija única, que su progenitor tuvo un hijo más. Por ese motivo, en pro de poder conocer a esa persona que llevaba su sangre y que no era responsable de lo que hizo su padre, decidió encontrar a su hermano.

Se empeñó en dar con él y lo consiguió. Lo hizo a través de la red social Facebook.

Los hermanos se conocen

Después de agregarse como amigos y de chatear a través de ese espacio web, Ana y Daniel decidieron conocerse en persona. Quedaron y desde el primer momento congeniaron a la perfección.

En ese instante, la joven estaba intentando salir del bache personal en el que estaba metida, pues su relación de pareja había acabado, y su hermano se convirtió en un gran apoyo. Le entregó su amistad y su cariño más puro, era su ayuda incondicional. Tanto es así que cuando la muchacha se independizó y se fue a vivir sola a un apartamento de Granollers, Daniel, al poco tiempo, se mudó con ella.

Surge el amor

El día a día, el compartir tantos momentos juntos y la vida que habían formado permitió que surgiera el amor entre ambos. Sin embargo, ninguno era capaz de dar el paso de contar lo que verdaderamente sentía. Pero llegó un momento en el que todo “explotó”. Daniel se lanzó a besar a Ana declarándole su amor y este fue correspondido.

Desde entonces empezaron una relación de pareja que mantuvieron oculta, en un primer momento, por el qué dirán, especialmente por sus familias. No obstante, llegó un instante en el que decidieron contarlo, en el que quisieron dejar de mentir porque, al fin y al cabo, no estaban haciendo nada malo. Se amaban y ya está, no tenía que importar nada más.

Al principio, hubo personas de su entorno que no lo aceptaron bien, pero, poco a poco, se han ido dando cuenta que es amor de verdad y que no lo pueden evitar, al final y al cabo, no han crecido como hermanos.

Pero ahí no queda la cosa, ahora están esperando un hijo. Así, esta empleada de una tienda de decoración y el joven encargado de un supermercado están felices y encantados con la posibilidad de formar su propia familia.

Los problemas a los que se enfrentan

El próximo mes de diciembre es cuando vendrá al mundo el pequeño de Ana y Daniel, un niño que está creciendo sano y fuerte como han certificado las distintas ecografías y también el test genético que se han realizado. Una prueba esta última que ha venido a indicar que no hay ninguna señal que indique que el pequeño sufra una enfermedad recesiva como consecuencia de que comparten genes y esos, si fueran portadores de la misma, podían provocar que aumentaran las posibilidades de que la padeciera.

Esa es una absoluta felicidad para la pareja que ahora va a tener que hacerle frente a varias dificultades o problemas:

• No pueden casarse ni convertirse en pareja de hecho porque en el Código Civil se impide este tipo de relaciones entre parientes directos.
• De la misma manera, van a tener un obstáculo al inscribir a su hijo en el Registro Civil. Y es que no se va a permitir que Daniel aparezca como padre del pequeño porque es su tío. No obstante, a esto último han encontrado presumiblemente una solución. ¿Cuál? Que Ana sea adoptada de manera legal por su padrastro, al que considera su verdadero progenitor, pues así ya no existiera el vínculo de hermano con su chico.

¿Qué te parece su historia?