Acude a urgencias confundiendo un cólico de riñón con un parto

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En más de una ocasión hemos conocido los casos de mujeres que descubren de manera inesperada que están embarazadas. Y precisamente la última en hacerlo ha sido una fémina catalana que acudió al servicio de urgencias confundiendo un cólico de riñón con un parto. Y es que en absoluto había sabido que estaba esperando un bebé.

A continuación, su historia.

¿Dónde ha sucedido?

En la comunidad autónoma catalana es donde ha tenido lugar tan singular caso que ahora se ha dado a conocer, aunque el mismo se desarrolló hace unas semanas atrás. En concreto, tomó como escenario a Tarragona, que es donde vive la mujer que lo protagoniza.

La protagonista

Una fémina de 43 años es la que ahora ha pasado a ser noticia en nuestro país y es que se ha convertido en madre de su tercera pequeña, sin saber que estaba embarazada. Y es que en ningún momento del periodo de gestación se imaginó que estaba esperando un bebé, de ahí su sorpresa al llegar al hospital y recibir la noticia.

Se trata de una mujer que ya tiene dos hijas más, una de 24 años y otra de 16 años, y que presenta problemas en el ovario. Una circunstancia esta última que propicia que tenga un periodo descontrolado y que, por tanto, no le hizo sospechar en ningún momento que podría haberse quedado en estado. Es más, ha dado a conocer que tanto los cambios constantes de humor que sufrió como los sofocos que experimentaba de manera habitual eran fruto directamente de la menopausia.

Empieza a sentirse mal

Durante estos pasados meses, así fue como transcurrió el día a día de la protagonista de la historia, que pensó que estaba a punto de “despedirse” para siempre del periodo. De ahí que decidiera concertar una cita con su ginecólogo para que le confirmara lo que ya se imaginaba.

No obstante, un día se despertó mal y comenzó a sentir un fuerte dolor que le impedía incluso caminar.

A urgencias confundiendo un cólico de riñón con un parto

Teniendo en cuenta que el dolor era tan agudo que no podía moverse y que le resultaba insoportable, decidió acudir al servicio de urgencias del Hospital Joan XXIII de Tarragona. Lo hizo pensando que lo que tenía era un cólico de riñón, pero estaba equivocada y así muy pronto se lo indicaron los doctores que le atendieron.

Estos, procedieron a examinarla y tomaron la decisión de someterla a un TAC para poder realizarle un diagnóstico certero. Y ahí llegó la sorpresa para los médicos y para la paciente. Sí, porque la prueba no dejaba lugar a dudas: no únicamente estaba embarazada sino que el parto era inminente.

Se encontraba en el sexto mes de gestación y la pequeña había tomado la decisión de nacer ya, haciendo que su madre se hallara con nueve centímetros de dilatación. De ahí que el profesional sanitario preparara todo para el alumbramiento, ante la estupefacción e incredulidad de la madre. Sentimientos estos que luego fueron sustituidos por el miedo, ya que pensó que la niña vendría al mundo con un peso muy bajo.

¿Qué pasó después?

Afortunadamente, el parto salió muy bien y la pequeña, a la que su madre ha decidido llamar Paula, se encontraba bien. No obstante, como es lógico por ser prematura, presentaba una serie de circunstancias médicas que fueron atendidas convenientemente y que han hecho que ahora, dos meses después, esté realmente bien.

La madre, a pesar de todo el tiempo que ha pasado de lo sucedido, sigue estando aún en verdadero shock. Y es que no podía imaginar que jamás algo así le pasaría. En concreto, en las entrevistas que se le han realizado en distintos medios como Rac1, ha afirmado que nunca sospechó estar embarazada. Los síntomas que ahora sabe que son de la gestación los consideró fruto de su problema de ovario y de la menopausia. Es más, incluso ha expuesto que es que, además, ni engordó.

Sea como sea, ha ampliado su familia, eso sí de manera inesperada. Y esto nos recuerda a otro caso similar que tuvo lugar a mediados del 2016 en Massachusetts. Lo que sucedió fue que Judy, una mujer de 47 años, tuvo que acudir al hospital como consecuencia de un fuerte dolor abdominal, que ella atribuyó a una úlcera o a un cuadro de gastritis.

Pero no, estaba equivocada. Se encontraba de parto, lo que la dejó alucinada. Y es que durante los 22 años que llevaba casada con su marido no habían podido ser padres, por lo que jamás podía imaginar que estaba embarazada. De ahí su estupefacción y también su alegría desbordante cuando finalmente tuvieron a su pequeña en brazos.

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