Una madre deja a su hija una carta cada vez que se va a trabajar. Descubre los motivos

Una madre deja a su hija una carta cada vez que se va a trabajar. Descubre los motivos
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El irse a la oficina y dejar a los hijos en la guardería o en el colegio es algo que le cuesta mucho a numerosos padres, que lamentan tener que hacerlo. En la mayoría de los casos es porque les van a echar de menos o se sienten mal por no poder cuidarlos directamente en casa. Sin embargo, en algunos casos es debido a una compleja historia que hay detrás. Y esto es precisamente lo que le sucede a una madre que le deja a su hija una carta cada vez que se va a trabajar.

Si sigues leyendo descubrirás los motivos que llevan a esta progenitora a realizar tal acción. Puede parecer exagerado, en un primer momento, pero tiene razones de peso para llevarla a cabo.

Las protagonistas

En Colorado, Estados Unidos, es donde viven las protagonistas de esta historia que ahora queremos contarte y que, cuando se conoce a fondo, llega al corazón. Nos estamos refiriendo a estas dos féminas:

  • Shannon Galpin, de 41 años de edad, que trabaja fuera de casa, a miles de kilómetros, y que cada vez que tiene que marcharse no duda en dejarle escrita una carta a su pequeña. Y es que teme no volver a su hogar.

  • Devon, de 12 años, que periódicamente ve cómo su progenitora tiene que viajar para realizar sus labores profesionales. Cuando lo hace, siempre le deja una misiva donde le dice lo mucho que la quiere.

El trabajo de la madre

Para poder entender la peculiar acción de esta madre hay que conocer a qué se dedica y dónde ejerce actualmente como tal.

En concreto, tenemos que exponer que es entrenadora del equipo nacional de ciclismo femenino de Afganistán. De ahí que, cada cierto tiempo, tenga que dejar Estados Unidos y viajar hasta este otro país, donde se enfrenta a situaciones realmente complicadas que le hacen temer que algún día no pueda volver a casa.

Exactamente, como Shannon no ha dudado en contar en diversos medios de comunicación en los que se la ha entrevistado, se traslada hasta el mencionado país asiático tres veces al año y en cada ocasión permanece en el lugar durante un mes aproximadamente.

Deja una carta cada vez que se va a trabajar

Numerosas circunstancias peligrosas y dolorosas que ha sufrido en Afganistán son las que le hicieron tomar la decisión de comenzar a escribirle una carta a su hija cada vez que se marcha a entrenar a su equipo. Y es que, como ha contado, aunque el régimen talibán ha caído, son aún muchos los derechos que las mujeres tienen limitados en ese país.

De esta manera, en los últimos años las afganas han visto cómo se les prohibía ir al colegio, mostrar un centímetro de su piel al vestir, salir de sus casas solas sin la compañía de un varón de la familia e incluso trabajar. Por eso, aunque se han ido dando pasos en pro de las libertades de la población femenina, queda mucho por recorrer.

De ahí que, en la actualidad, las jóvenes que están en el equipo ciclista de la selección tengan que enfrentarse a reproches, a insultos e incluso a acciones violentas. Y es que hay una elevada parte de la ciudadanía que no ve con buenos ojos que una mujer pueda montar en bicicleta.

Los momentos más complicados

El hecho de que esta madre norteamericana comenzar a escribirle cartas a su hija cada vez que se iba de casa tiene su razón de ser a partir de determinados momentos muy complejos que vivió en su entorno. Entre los mismos se encuentran la paliza que recibió el entrenador o el atropello que una de las ciclistas sufrió por parte de un hombre que iba en moto.

Es más, la propia Shannon ha recibido amenazas directamente por el trabajo que realiza y lo ha hecho desde dos frentes, de afganos y de incluso norteamericanos. Y es que manifiesta que hay estadounidenses que consideran que desarrollar su carrera profesional como entrenadora en el país asiático supone contribuir a ayudar a los terroristas del mismo. Pero, nada más lejos de la realidad.

Lucha a pesar del miedo

El motivo de que, a pesar de todas estas circunstancias, siga con su trabajo no es únicamente porque le gusta el mismo sino porque entiende que es el granito de arena que pone en pro de la lucha por los derechos de la mujer. No obstante, eso no quita para que sea consciente de que lo más importante que tiene en su vida es su hija y siempre quiere recordárselo cuando se marcha de casa. Lo hace con las citadas cartas, que, por el momento, suman ya doce.

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