Viral: emotivas fotos de dos gemelos antes de que uno muriera

En numerosas ocasiones, hemos podido disfrutar de tiernas y divertidas imágenes de recién nacidos y de sus familias. Sin embargo, ahora nos han llegado unas fotos de dos gemelos que son especialmente emotivas y que no dejan indiferente a nadie. ¿Por qué? Porque se realizaron antes de que uno de esos dos pequeños muriera, debido a que nació con un problema congénito.

Sigue leyendo y conoce su caso.

Los protagonistas

Reagan y William. Estos son los nombres de los gemelos que ahora se han convertido en noticia en todo el mundo. Dos hermanos que han sido fotografiados juntos antes de que el segundo falleciera a los pocos días de nacer, como consecuencia de que contaba con una delicada malformación en el corazón.

El embarazo y el parto

Unos diez meses atrás es cuando se encuentra el origen de esta historia que a todos nos hace emocionarnos. Y es que fue entonces cuando la pareja estadounidense, concretamente de Ohio, formada por Matthew Brentlinger y Lindsay descubre que está embarazada.

Durante mucho tiempo habían soñado con formar su propia familia, por lo que esta noticia les llenó de felicidad y más aún cuando descubrieron que no iban a tener un bebé, sino dos. Esperaban gemelos.

Una alegría desbordante era la que sentían por la futura llegada de sus pequeños. Sin embargo, todo se truncó en la semana número 23 de gestación. Una prueba médica realizada a la gestante les vino a dar una mala noticia: uno de los niños presentaba una severa malformación en su corazón.

¿Eso qué significaba? Un trágico desenlace para el menor: fallecería antes de nacer o bien conseguiría venir al mundo, pero acabaría muriendo a los pocos días. Y es que nada se podía hacer por salvarle, ya que su problema impedía que el lado izquierdo del corazón funcionara como es debido.

Una decisión para guardar un recuerdo

Como si de un auténtico milagro se tratase, William consiguió sobrevivir al embarazo y también al parto, lo que llenó de felicidad a sus padres pues pudieron verle, abrazarle y transmitirle todo su amor. No obstante, eran conscientes, según les habían indicado los doctores, que sus días de vida estaban contados.

Por ese motivo, decidieron hacer algo para guardar para siempre su recuerdo. ¿Qué se les ocurrió? Realizar un book fotográfico en el que los dos gemelos aparecieran juntos.

Por eso, se pusieron en contacto con una profesional de la imagen especializada en realizar sesiones con bebés. Nos estamos refiriendo a Lindsey Brown, que preparó todo para hacer el trabajo más especial que ha acometido a lo largo de su carrera, como así lo ha manifestado. Fue una experiencia única, irrepetible, con una carga emocional notable, pero también muy dura. Sí, era muy compleja porque todos eran conscientes de que estaban capturando los últimos momentos de vida del pequeño, que veía como día a día su corazón intentaba seguir latiendo a pesar de su estado y de todas las dificultades existentes.

Las fotos de dos gemelos

Con la profesionalidad que le caracteriza y especialmente comprometida y entregada con el caso de esta familia, la fotógrafa preparó una sesión muy hermosa. El resultado de su trabajo han sido unas instantáneas que copan un lugar muy especial en el álbum personal de esta familia estadounidense.

En concreto, entre las imágenes más emotivas destacan en las que aparecen los dos gemelos juntos. Posan en distintas posiciones, pero siempre unidos y dejando constancia de los lazos que les unen.

Exactamente, podemos verles acurrucados uno junto al otro, tumbados y con los ojos cerrados frente a frente e incluso durmiendo, ataviados con sus pijamas, y destacando el brazo que une pone alrededor del otro a modo de protección.

No obstante, tampoco podemos pasar por alto que Lindsey quiso capturar con su cámara la hermosa estampa familiar que formaban los padres con sus gemelos. Por eso, no dudó en captarles juntos y teniendo como telón de fondo su propio hogar, que les hizo sentirse en casa y en un lugar donde pudieron ser absolutamente naturales.

El padre es el que porta en sus brazos a los dos pequeños, mientras la madre los abraza y mira con ternura. Una instantánea que, desgraciadamente, jamás podrá volver a repetirse porque William acabó falleciendo a los once días de haber nacido.

Sin embargo, sus papás, que lógicamente tienen un dolor inmenso por lo ocurrido, no han dudado en manifestar que, a pesar de todo, han sido los días más felices de toda su vida. Además, han añadido que jamás van a olvidar a su pequeño.

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