Crisis de pareja durante el embarazo. ¿Qué hacer?

Quedarse embarazada es una experiencia realmente única y emocionante. No obstante, también tiene sus aspectos menos favorables como pueden ser los molestos síntomas que se pueden llegar a sentir e incluso la posibilidad de tener problemas con la pareja. Sí, esto es algo que sucede de manera más frecuente de la que se podría imaginar. Es más, incluso en algunas ocasiones se produce una fuerte crisis entre los futuros papás que puede acabar en ruptura.

Por ese motivo, para prevenir llegar a ese punto o incluso para hacerle frente si ya han aparecido las primeras fricciones hay que seguir estos consejos:

1-Empatía

Como ocurre cuando se produce cualquier situación de conflicto o de desencuentro entre dos personas, lo fundamental es que ambas otra sientan empatía por la otra. Así, en este caso concreto, será importante que la gestante pueda entender que su pareja se sienta desplazada ante la llegada próxima del bebé o incluso que piense que ya no es tan importante para ella.

Por otro lado, el cónyuge de la embarazada es fundamental que se ponga en la situación de esta, que entienda que no es nada fácil llevar una vida en el interior, que hay que hacerle frente a un sinfín de síntomas que pueden resultar molestos, que sus hormonas están viviendo una auténtica revolución, que necesita sentirse respaldada en todo momento…

2-Comunicación

Por supuesto, si hay algo fundamental que debe utilizarse en pro de evitar o de acabar con una crisis en la pareja durante el periodo de gestación es la comunicación. Es necesario que, desde el primer momento, ambas partes hablen de cómo se sienten, de las preocupaciones y miedos que tienen, de las dudas que les asaltan, de los temores a no estar a la altura de las circunstancias, de que necesitan el respaldo y el cariño del otro…De esta manera, se podrá entender, comprender y respaldar como requiere.

3-Apoyo mutuo

Ni que decir tiene que es realmente fundamental e imprescindible que la pareja que va a tener un hijo se apoye, es decir, que ambas personas encuentren en la otra el cariño, el respeto, el entendimiento y el respaldo necesario para afrontar ese nuevo rumbo vital de la mejor manera. Más aún si viven lejos de sus familias respectivas y no tienen al lado a los seres queridos que les animarían, les sacarían de dudas, les contarían sus propias experiencias, les ayudarían a acabar con miedos innecesarios…

Así, si antes de quedarse en estado debían demostrarse apoyo, más aún ahora que van a formar una familia y que el bebé los va a necesitar a ambos para afrontar su vida.

4-Diálogo siempre

Por supuesto, no menos importante es tener claro que siempre, en todo momento, tiene que usarse el diálogo como la herramienta fundamental para solventar los problemas y las discrepancias que puedan existir respecto a cuestiones tales como elegir un nombre para el niño, determinar dónde va a nacer o qué muebles comprarle para su habitación… Nada de violencia de ningún tipo, de silencios o de faltas de respeto…Las situaciones complicadas que se puedan vivir y sentir es fundamental que se hablen, pero que se hablen sin gritos y sin reproches, con un tono moderado, pausado, sin ofensas…

5-Momentos románticos e íntimos

En muchas parejas lo que sucede durante los nueve meses del periodo de gestación es que se centran tanto en la llegada del bebé que se olvidan de vivir su relación de amor, en fomentarla, en avivarla, en dejar patente que, por más que vayan a tener un hijo, eso no significa que vayan a dejar de lado sus momentos románticos e íntimos.

Por eso, es importante que para que la llama del amor y de la pasión no se apague se lleven a cabo medidas. En concreto, se puede optar por hacer planes fuera de casa en pareja como pasar un fin de semana fuera de la ciudad, salir a cenar a un restaurante, disfrutar de una película en el cine o de una obra en el teatro, pasear…Y todo eso, por supuesto, sin olvidar que también habrá que disfrutar de momentos más íntimos. Sobre este último es importante tener en cuenta varias cosas:

• Salvo que se esté llevando un embarazo de riesgo, el sexo no supone ningún peligro para el feto, por muchos prejuicios e ideas absurdas que existan al respecto.

• La pareja de la gestante tiene que ser comprensiva cuando esta, por los síntomas que está sufriendo o por la revolución hormonal, no cuente con ganas de tener relaciones.

• Las posturas sexuales que habitualmente realizaba la pareja puede ser que ahora a la embarazada le resulten molestas o incómodas. En ese caso, la mejor opción es probar con otras nuevas que le pueden resultar placenteras.