¿Cómo hacer de la cuna de tu bebé un lugar seguro?

¿Cómo hacer de la cuna de tu bebé un lugar seguro?

La llegada inminente de un bebé es uno de los momentos más especiales, únicos y, también, lleno de nervios que se pueden vivir. Y es que es una mezcolanza perfecta de ilusión, alegría, miedos, temores…No obstante, todos esos sentimientos no deben permitir en absoluto que se deje de lado el realizar ciertas acciones que serán fundamentales a la hora de conseguir el mayor bienestar del pequeño que viene en camino.

En concreto, a lo que nos estamos refiriendo es al hecho de que es imprescindible que, a pesar que se puedan tener multitud de sensaciones especiales y únicas, no hay que dejar de realizar una tarea que es convertir a su cuna en un lugar seguro. Esto es importante si tenemos en cuenta que durante sus primeras semanas de vida el pequeño se va a pasar la mayor parte del tiempo tumbado y durmiendo en la misma.

Para conseguir que ese espacio para el descanso cuente con la mayor seguridad posible, hay que llevar a cabo estas acciones:

1-Espacio con las barandas

Una de las principales cuestiones en las que hay que fijarse a la hora de conseguir que la cuna del bebé sea perfectamente segura es que no queda hueco entre lo que es el colchón y las barandas. ¿Por qué? Porque es la manera de evitar que el pequeño pueda alojar en ese espacio que sobra una mano o un pie, lo que podría suponer que se le quedara atrapado y sufriera un daño irreparable.

2-Nada de cojines y almohadas

Aunque pueda quedar más bonita la cuna con almohadas y cojines con su nombre, se encuentra absolutamente prohibido que estos elementos estén presentes cuando se introduce al niño en la misma para dormir. El motivo es muy claro: pueden “caerse” encima de lo que es la cara del pequeño provocando que llegue a asfixiarse.

3-¿Juguetes? Tampoco

De la misma manera, en relación con el punto anterior está este otro que también viene a determinar que es fundamental que tampoco se le coloquen dentro de su espacio de descanso ni peluches ni juguetes. Es cierto que estos le pueden ayudar a sentirse seguro y a conciliar el sueño, pero no lo es menos que pueden provocar que se asfixie. Por eso, están también totalmente prohibidos en ese lugar.

4-Cumpliendo con la normativa

Por supuesto, no hay que olvidarse que, a la hora de comprar una cuna para el bebé que viene en camino, hay que optar por una que cumpla con toda la legislación y normativa vigente europea. Por eso, lo que se debe hacer cuando gusta un modelo en la tienda es comprobar que es así, que está avalado por la mencionada ley porque es la que viene a asegurar que se ha estudiado a fondo el artículo y acata todo lo relativo a seguridad. Con esto nos referimos a distintos aspectos, tales como la distancia entre los barrotes, para que el niño no pueda introducir ninguno de sus miembros entre los mismos porque eso podría provocarle serios daños.

5-Colchón

Asimismo es fundamental en esta tarea de hacer de la cuna un espacio seguro, que se le dote con un colchón adecuado para el descanso y el cuerpo del niño. En este sentido, se establece que es imprescindible que ese elemento cumpla con los siguientes requisitos:

  • Debe ajustarse por completo al tamaño de la citada cuna evitando, como hemos mencionado anteriormente, que queden huecos entre el mismo y la estructura de esa.

  • Debe ser absolutamente confortable.

  • Es imprescindible que, del mismo modo, cuente con un grado de firmeza óptimo para el bebé, pues eso le ayudará a reducir los reflujos que pueda tener y también a disminuir los riesgos de sufrir la muerte súbita del lactante.

Otras recomendaciones

Además de los consejos que hemos dado hasta el momento en pro de conseguir que la cuna del pequeño sea lo más segura posible, hay que también tener en cuenta estas otras medidas que contribuirán, de igual modo, a alcanzar el objetivo propuesto:

  • Hay que comprobar que ninguno de los tornillos o piezas que le dan forma está suelto ya que puede caerse dentro de la cuna o estar al alcance del pequeño, lo que podría provocar que se le llevara a la boca y se atragantara.

  • Es importante que uno de los laterales de la cuna se pueda bajar, para así “unirla” a la cama de los papás, y que sea de rejilla o de barrotes para que así los adultos mientras duermen puedan ver en todo momento qué hace el bebé y si se encuentra bien.

  • En la zona superior de la cuna e incluso en algún lateral es conveniente colocar lo que comúnmente se conoce como “chichonera” para evitar que si el bebé se golpea se pueda hacer daño.

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