Los lugares más singulares donde un niño puede quedarse dormido

Los lugares más singulares donde un niño puede quedarse dormido
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A todos los padres con niños pequeños les ha sucedido más de una vez que han ido a meterlos en la cama y que no había manera, corrían por aquí y por allí, pataleaban, lloraban porque querían quedarse más tiempo despiertos…Una situación que crispaba a los adultos y que acababa, en muchas ocasiones, con el menor dormido en cualquier lado, porque al final le vencía el sueño.

Precisamente el hecho de que tienen la extraña habilidad para quedarse “fritos” en lugares de lo más singulares y extraños es la que ahora ha tomado protagonismo gracias a un concurso. Sigue leyendo y lo descubrirás:

El concurso

Una fábrica de colchones que responde al nombre de Time4Sleep es la que ha propiciado que ahora los padres estén deseosos de que sus hijos se queden dormidos en el rincón más peculiar. Y es que dicha empresa ha puesto en marcha un concurso, dotado con un premio de 500 dólares, con el que se premiará a la fotografía más original en cuanto al sitio en el que un menor encontró el lugar perfecto para echar una cabezada.

Bajo el hastag #sleepykids se encuentra en marcha dicha iniciativa que nos está permitiendo reírnos con una serie de instantáneas que vienen a dejarnos claro lo que ya hemos planteado anteriormente: que los niños pueden caer en los brazos de Morfeo en cualquier momento y en cualquier lugar.

Las fotografías más divertidas

Muchos son los adultos que han decidido participar en ese mencionado certamen fotográfico y eso está propiciando que nos encontremos disfrutando y sorprendiéndonos con algunas imágenes participantes que nos dejan con la boca abierta o nos hacen reír por la ocurrencia que tuvieron sus pequeños protagonistas para encontrar un colchón improvisado.

¿Quieres conocer algunas? A continuación, te presentamos varias de las más significativas:

Banco de la iglesia

El sueño les puede venir a los niños en cualquier lado, como hemos indicado, y precisamente si se acude a algún lugar donde todo esté en silencio y donde se incite a la paz pues, de manera irremediable, se dejarán llevar. Buena muestra de eso es la pequeña que protagoniza esta instantánea que acompañó a su abuela a la iglesia y que, al ver que había tanta tranquilidad, no puedo evitar tumbarse en uno de los bancos y ponerse a descansar.

Una situación que, como se puede apreciar, sacó una sonrisa a la mujer que no podía creer que su nieta estuviera descansando tan plácidamente. Pero bueno, es la Casa del Señor y todos sus hijos tienen cabida para hallar allí la calma que necesitan en sus vidas, ¿no? Pues la menor se tomó eso al pie de la letra.

¿Mascota o colchón?

Cualquier sitio es bueno para tumbarse y encontrar el sueño. Eso es lo que debió pensar este bebé que después de un día absolutamente agotador de juegos, no pudo evitar caer rendido. Pero no le dio tiempo a tumbarse en el sofá o en su cuna, el cansancio le hacía que sus ojos siguieran y siguieran cerrándose, por lo que decidió encontrar el mejor colchón improvisado que tenía al lado. Y lo encontró, no dudó en tumbarse sobre su mascota, un perro que, como se puede ver en la foto, no dudó en ejercer como la mejor cama posible para su pequeño dueño.

¿No hay cama? Pues me duermo aquí mismo

No sabemos qué día tuvo que afrontar el niño de esta otra imagen, pero lo que nos queda perfectamente claro es que fue realmente cansado. Tanto es así que estaba tan agotado y tenía tanto sueño que incluso el sendero de un parque le pareció el mejor lugar del mundo para echarse una cabezada y “soñar con los angelitos”.

Sin lugar a dudas, esta es una de las imágenes más sorprendentes de cuantas participan en el concurso de la empresa de colchones pues nos llama la atención que un pequeño se tumbe en plena calle y sin pensárselo dos veces se ponga a dormir sobre el asfalto como si fuera el colchón más mullido del mundo.

No sin mi globo

Si las que hemos visto hasta el momento son instantáneas que nos han dejado con la boca abierta, en mayor o menor medida o que nos han hecho sacar una sonrisa, ni que decir tiene que esta que ahora presentamos es una de las más divertidas. Y es que podemos apreciar cómo la niña protagonista está realmente dormida, después de una sesión maratoniana de juegos sin parar. Sin embargo, lo que más nos hace reír es que ha sido capaz de quedarse dormida pero sin soltar de su mano el globo que le habían regalado.

No sabemos si es que el sueño le vino de golpe o si es que directamente no se fiaba de que quienes estaban en casa quisieran apropiarse de ese objeto que tanto le divirtió y que tenía claro que era suyo, sólo suyo y de nadie más.

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