Accidentes habituales en las embarazadas

Accidentes habituales en las embarazadas
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Los síntomas que sufren o los cambios que experimentan en sus cuerpos son algunas de las causas fundamentales de que las embarazadas sean más proclives a sufrir algún tipo de accidente. Por eso, si tú acabas de descubrir que estás esperando un bebé o si ya estás llevando a cabo tu periodo de gestación desde hace algún tiempo es importante que sigas leyendo. Y es que vamos a dar a conocer algunos de esos incidentes más habituales de los que vas a poder ser víctima en estos momentos por tu estado de gestación:

Torceduras

Uno de los síntomas claros que experimentan quienes están llevando a cabo un periodo de gestación es que parecen tener menos equilibrio y coordinación, especialmente en la recta final del mismo. Por eso, les suele suceder a muchas que, mientras caminan o incluso cuando van a cruzar simplemente la calle, sufran alguna torcedura en sus tobillos. Eso se puede quedar en una simple molestia o incluso en algo más serio: un esguince.

De ahí que se les aconseje no sólo ir con cuidado sino optar por dejar de lado lo que son los tacones, pues facilitarán aún más que corran este citado peligro.

Rotura de huesos

Muy en relación con el punto anterior se encuentra este. Y es que la mayoría de las embarazadas no sólo tienen que hacerle frente a un menor equilibrio sino también a una mayor fragilidad ósea, debido a que consumen menos lácteos y eso se traduce en una menor cantidad de calcio en sus huesos. Circunstancias estas que pueden producir que, si se dan un golpe, sufran una torcedura seria o incluso que si experimentan una caída pueden llegar a realizarse una fractura.

Caída

Otros de los accidentes más frecuentes entre las mujeres que se encuentran en estado son las caídas, fruto de esa pérdida de equilibrio y de coordinación. No obstante, las mismas también pueden tener lugar porque se mareen de manera habitual, debido a las náuseas y debilidad que sienten, e incluso porque puedan perder la estabilidad por levantarse demasiado rápido o mientras suben y bajan escaleras.

De ahí que sea necesario que extremen las medidas de precaución al respecto, como pueden ser las siguientes:

  • Nada de llevar tacones o plataformas. Siempre con zapato plano.

  • Beber siempre mucha agua para evitar que puedan deshidratarse y, ante la debilidad notable, caerse.

  • Llevar a cabo una dieta sana, completa y equilibrada para que su organismo esté funcionando perfectamente.

  • Cuando vayan a andar por escaleras, no ir con prisa y agarrarse siempre a la barandilla existente.

  • Evitar, en la medida de lo posible, las multitudes, pues los empujones y achuchones de la gente, unidos a su posible reducción del equilibrio, les pueden hacer caer.

Golpes

Asimismo no hay que pasar por alto tampoco que, de igual modo, se considera que las mujeres durante el periodo de gestación pueden ser más proclives a sufrir algún tipo de golpe en cualquier extremidad por todos los factores ya mencionados.

De ahí que se les recomiende seguir a rajatabla los consejos citados, además de estos otros:

  • Nunca deben levantarse rápidamente del asiento en el que se encuentran, para evitar posibles mareos.

  • Es importante que tengan su casa en perfecto orden y sin objetos tirados por el suelo para evitar que se golpeen con los mismos.

  • No menos vital es que extremen la precaución cuando entran y salen de la bañera o la ducha porque se pueden resbalar y darse un golpe contra la mampara o contra cualquier otro de los dispositivos que dan forma a dicha instalación. En este caso, lo que deben hacer, sobre todo, es colocar suelos o alfombras que no se deslicen.

Otras recomendaciones

En pro de evitar cualquiera de estos accidentes habituales entre las gestantes, se hace imprescindible que las futuras mamás tengan en consideración estos otros consejos de gran utilidad que les harán llevar adelante un embarazo mucho más seguro:

  • Evitar caminar por superficies mojadas, que estén irregulares o que presenten algún tipo inclinación.

  • Bajo ningún concepto deben ir corriendo de un lado para otro, porque esas prisas unidas a que sus prominentes barrigas les pueden dificultar ver algún obstáculo en el suelo y a su falta de equilibrio puede provocar que se caigan, se tuerzan el tobillo, se rompan un hueso o sufran un golpe.

  • Si no caminan seguras por una superficie o se sienten mareadas lo primero será agarrarse a la persona con la que marchan.

  • Se considera que las embarazadas también están más despistadas que de manera habitual. Por eso, es importante que, especialmente al cruzar la calle por un semáforo o paso de cebra, extremen la precaución y pongan todos sus sentidos alerta. Así podrán evitar cruzar corriendo porque un coche se acerca peligrosamente y no han respetado las señales o porque se hayan pasado cuando el semáforo está en rojo.

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