Comer carne roja procesada antes del embarazo aumenta la posibilidad de sufrir diabetes gestacional

Desde BabyAffinity siempre hemos manifestado que es fundamental que las embarazadas cuiden al milímetro su alimentación, ya que de la misma depende tanto su salud como el crecimiento del bebé. De ahí que deban llevar una dieta sana, completa y equilibrada, adaptada por completo a la semana de gestación en la que se encuentren, y seguir también las pautas que sus médicos les indiquen al respecto.

Pues bien, ahora, además de todo lo expuesto, tienen que tener en consideración una nueva conclusión a la que se ha llegado a través de un estudio científico. Nos estamos refiriendo a que este ha venido a constatar que las mujeres que antes del embarazo comen carne roja y procesada aumentan de forma notable, concretamente más del doble, sus riesgos de sufrir lo que se conoce como diabetes gestacional.

El estudio

Amelia Marí Sanchís, perteneciente al Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, es la científica que ha llevado a cabo el citado descubrimiento. Lo ha hecho a través de su tesis doctoral, que ha pasado a ser el primer análisis que se realiza sobre la relación existente entre el consumo de carne y lo que es la diabetes gestacional.

En concreto, como lo ha manifestado la citada figura femenina, la idea de llevarlo a cabo la tomó a partir de la publicación de un artículo realizado por el doctor Miguel Ángel Martínez-González, en el que se venía a plantear que las personas que llevaban a cabo la ingesta de una dieta mediterránea reducían sus posibilidades de sufrir la mencionada enfermedad.

Trabajo y conclusión

Un total de 3.298 mujeres embarazadas, entre otros muchos participantes, han sido las que han participado en este estudio desarrollado por Sanchís, que se incluye dentro de lo que se conoce como proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra). La conclusión es la que ya hemos mencionado: que las féminas que antes de quedarse en estado consumen importantes cantidades de carne roja o procesada se topan con el hecho de que duplican los riesgos de sufrir durante el periodo de gestación ese tipo de diabetes propio de su estado de buena esperanza.

Un aumento del peligro ese que, sin embargo, no sucede en relación a lo que son otros productos tales como la carne de pollo, el jamón serrano o el jamón york.

La diabetes gestacional

Si importante es este estudio llevado a cabo es porque gira en torno a una enfermedad que puede complicar de manera contundente lo que es el periodo de gestación. Y es que el hecho de que, debido a la misma, la mujer embarazada pueda sufrir una subida palpable de sus niveles de azúcar en sangre puede traer consigo consecuencias tan graves como estas:

• El bebé puede aumentar de manera considerable su peso, por encima de lo normal y de lo recomendado para su salud. En concreto, puede llegar a sufrir lo que se conoce como macrosomía.

• La embarazada puede padecer en el alumbramiento una grave y contundente episiotomía.

• El parto natural es posible que se complique de tal manera que finalmente haya que recurrir a lo que es una cesárea.

• Aumentan los riesgos de que el pequeño sufra hipocalcemia, ictericia o policitemia.

• Puede tener un desprendimiento de la placenta durante el embarazo.

• La gestante corre el peligro de sufrir preeclampsia.

• También se produce un contundente aumento de las posibilidades de que se produzca un parto prematuro y un retraso en lo que es el crecimiento normal del feto.

• Puede existir la probabilidad de que tenga lugar lo que se conoce como polihidramnios, es decir, que aumente de manera considerable lo que es la cantidad de líquido amniótico.

A grandes rasgos, estos podemos decir que son los principales peligros que entraña que la futura mamá sufra diabetes gestacional. Por eso, es importante que antes de que se quede en estado reduzca la cantidad de carne roja que toma y que, además, lleve a cabo otra serie de medidas tales como las siguientes, que también serán importantes durante los nueve meses:

• Es necesario que, salvo en los casos en los que el médico se lo prohíba, lleve a cabo ejercicio de manera frecuente y habitual. Y es que el deporte ayuda a que el organismo pueda conseguir que sus niveles de azúcar se encuentren dentro de lo que son los parámetros establecidos. En concreto, caminar al menos media hora todos los días ya va a permitir lograr importantes avances en pro de contar con una salud envidiable.

• Asimismo es imprescindible que apueste por acometer una dieta sana, completa y equilibrada, donde tengan mucha presencia las frutas y las verduras. Eso supone además dejar de lado el consumo excesivo de grasas, reducir la cantidad de sal, no ingerir nada de la llamada comida basura, no beber alcohol, no abusar de bebidas azucaradas o bollería industrial…